Si te han seleccionado para hacer una entrevista laboral ya tienes la mitad del camino hecho, pues tu currículum ha pasado el filtro. Pero debes pasar la temida entrevista, y a la preparación de las posibles preguntas y sus respuestas, se une ahora la dificultad de hacerla por videoconferencia o, si es presencial, con mascarilla. ¿Cómo debes comportarte en una entrevista presencial? En este artículo te explicamos qué mascarilla es conveniente llevar y cómo comunicarte a pesar de llevar cubierta la mitad de tu rostro y de respetar la distancia de seguridad, sin olvidar la importancia de preparar tu entrevista de trabajo como lo habrías hecho antes de la pandemia.
¿Qué mascarilla debería llevar a una entrevista laboral?
Junto a la vacuna, la mascarilla es uno de nuestros grandes aliados para hacer frente a la covid-19, pero resta expresividad, hace más difícil ser escuchados… en definitiva, limita nuestra comunicación. ¿Cómo sortear este problema a la hora de enfrentarnos a una entrevista de trabajo?
Lo habitual es que la empresa señale las normas y el protocolo que deberás seguir a la hora de realizar una entrevista presencial, pero tú debes también tener en cuenta algunos aspectos, como qué mascarilla deberías llevar y cuál no.
Lo más conveniente es «una mascarilla quirúrgica o higiénica de las habituales«, desde el punto de vista de Víctor Candel, experto en Recursos Humanos y con una dilatada experiencia y conocimientos como reclutador y entrevistador. La razón es que las mascarillas FFP2 pueden dificultar más la comunicación con nuestro interlocutor si nuestro tono de voz es bajo, aunque también resulta una buena opción.
Sin embargo, «nunca es aconsejable llevar una mascarilla personalizada«, ya que pueden aportar información del candidato que no es precisa y, además, puede generar prejuicios al entrevistador. Como explica el experto, cualquier mascarilla que aporte información sobre nuestra ideología política, religiosa, orientación sexual… «puede generar algún tipo de rechazo» por parte del entrevistador. Y es que —en su opinión— en España «se sigue discriminando a candidatos en los procesos de selección, así que es mejor evitar facilitar cualquier información que no nos ayude en una entrevista de trabajo».
No solo conviene llevar una mascarilla «sencilla y de colores neutros» por posibles discriminaciones, matiza la experta en Recursos Humanos Rocío Pérez, sino porque, «al igual que se recomienda vestir de manera neutra y lo más formal posible, la mascarilla también debe huir de estridencias, colores demasiado vivos, estampados…». Y un punto más es que las quirúrgicas y FFP2 son las que «todos asociamos a seguridad, tanto propia como del de enfrente (en este caso el entrevistador), por lo que se valorará esta deferencia hacia él», señala.
Cómo comunicarte bien con mascarilla
Imagen: NightRainer
¿Cómo puedes expresarte bien si no se ven más que tus ojos? Ante todo, hay que aclarar que, «por suerte, los ojos son el rasgo más expresivo de un rostro, aunque es cierto que las expresiones involuntarias de nuestros labios dejan también traslucir muchas emociones», indica Pérez.
Para suplir con éxito las limitaciones que supone acudir a una entrevista con mascarilla, Candel propone expresarte de este modo:
- Con las manos. Por sí mismas son lenguaje, acompañan a nuestras palabras y son un complemento perfecto para dar énfasis a nuestro mensaje y hacer que sea mucho más comprensible al entrevistador.
- Lenguaje visual. A pesar de que con la mascarilla tengamos la boca tapada y nos haga perder información a los entrevistadores, es mucho más poderosa la comunicación no verbal de los ojos, párpados, frente y cejas.
- Volumen de voz. Nos podemos ver obligados a aumentar el volumen o intensidad de nuestra voz para que el entrevistador pueda escucharnos, pero hay que controlarlo y no elevarlo en exceso. La experta Rocío Pérez añade que «no hay que sentir apuro por pedir que repitan alguna pregunta, o preguntar si te han escuchado bien», ya que todo el mundo comprende que la mascarilla resta sonoridad, y «siempre será mejor repetir y preguntar con naturalidad que gritar».
- ¡Ojo a los gestos! Brazos cruzados denotan rechazo o prevención, las piernas que no paran de moverse muestran tu nerviosismo, una postura erguida indica confianza en sí mismo… La comunicación no verbal es muy importante durante una entrevista y debes apoyarte siempre en ella para dar fuerza a tu mensaje.
¿Y si animan a quitarse la mascarilla?
No todas las entrevistas de trabajo se desarrollan en un despacho cerrado dentro de una oficina… ¿Qué puedes hacer si en algún momento te animan a quitarte la mascarilla? Dependerá del contexto, indica Víctor Candel, quien recuerda que «las mascarillas siguen siendo obligatorias en espacios cerrados», de modo que:
- Si la entrevista se lleva a cabo en un espacio cerrado, «sería una temeridad» realizarla sin ella, aunque me animen a quitármela. De hecho, el propio entrevistador debería dar ejemplo utilizándola siempre, para trasladar una imagen de empresa responsable con la salud de sus trabajadores.
- Si la entrevista es en exteriores y se dan las condiciones para no llevarla, «debe ser una decisión del candidato quitársela o no». Siempre se puede argumentar que declina la posibilidad de quitársela por prevenir un posible contagio, y «el entrevistador interpretará esto de manera positiva».
- Por otro lado, en un proceso de selección «el entrevistador nunca suele dar puntada sin hilo»: es posible que te anime a quitártela «por el simple hecho de ver tu comportamiento ante esta situación, y que la decisión de quitártela sea interpretada de manera negativa como una falta de responsabilidad».
En definitiva, el experto «nunca recomendaría quitarse la mascarilla durante una entrevista de trabajo, por mucho que me animen a hacerlo».
Los detalles no deben apartarte de lo importante: la entrevista. Al margen de cuidar cómo y qué mascarilla llevar, o cómo expresarte, debes preparar tu entrevista laboral como lo harías si no hubiera pandemia. Así, deberías:
- Conocer a fondo la empresa y el puesto al que aspiras.
- Cuidar tu presencia, lenguaje y gestos (más que nunca, ahora).
- Ser sincero, pero prudente.
- No resultar egocéntrico, aunque destaques tus logros anteriores.
- Potenciar tus virtudes, pero no “venderte”; ya conocen tu currículum y por ello te han llamado.
- No responder a preguntas ilegales, las que se refieran a tu intimidad. Con educación, pero firmeza, debes indicar que no es el lugar ni el propósito de la entrevista.