El desempleo ha alcanzado, en el tercer trimestre del año, a algo más de 4,5 millones de españoles, un 10% más que en 2009. La intermediación en el mercado laboral es un factor clave para combatirlo. En España hay cinco tipos de intermediadores: el Servicio Público de Empleo (SPE), las Empresas de Trabajo Temporal (ETT), las agencias de colocación sin ánimo de lucro, las diferentes bolsas de trabajo y los consultores de selección de recursos humanos. En rigor, las ETT y los Servicios Públicos de Empleo conforman el nexo más destacado entre empresarios y trabajadores desocupados, agrupan buena parte de las nuevas ofertas de trabajo y llevan a cabo una política activa para el impulso de las contrataciones laborales y la gestión directa de ofertas y demandas en función de las necesidades del mercado. No obstante, aunque desde la última reforma laboral tanto unas como otro brindan ofertas en las mismas ramas de actividad, cada uno de ellos ofrece oportunidades particulares de empleo y tiene resultados dispares en el nivel de colocación. Mientras las Empresas de Trabajo Temporal consiguen más contrataciones, los servicios públicos imparten más formación.
Colocaciones: ETT, a la cabeza
Tras la publicación de los estudios sobre la evolución del mercado laboral durante el primer semestre de 2010, no quedan dudas acerca de la efectividad de ETT y SPE: las primeras colocan 5,3 veces más trabajadores desempleados que los servicios estatales. El Servicio Público de Empleo, que gestiona tanto las necesidades de oferta como de demanda, consigue el 2,4% de las colocaciones. En números absolutos quiere decir que 164.901 personas sin trabajo consiguieron algún puesto sobre un total de 6.743.691 durante la primera mitad del año. Las agencias privadas de empleo gestionaron durante el mismo periodo un total de 867.615 colocaciones: un 12,9%.
Esta relación, calculada en el ámbito nacional, varía si se pone la lupa sobre las diferentes comunidades autónomas. En el caso de Extremadura -la cuarta con mayor tasa de paro-, la intermediación del Servicio Público de Empleo alcanza su máximo rendimiento. Por el contrario, donde menor gestión realiza es en Cataluña, con una tasa de paro de un 2,4% menos que la media nacional.
En España, por ley, las Empresas de Trabajo Temporal sólo pueden ofrecer contratos temporales
Ante una situación extrema de desempleo, el objetivo es conseguir un contrato, ya sea temporal o indefinido. No obstante, si se tiene tiempo para esperar hasta lograr un trabajo por tiempo indeterminado, el SPE es el único que puede dar una respuesta adecuada. Esto se debe a que en España, por ley, las ETT sólo pueden ofrecer contratos temporales, a diferencia de lo que ocurre con estas empresas en otros lugares de Europa. Salvo en Luxemburgo, Grecia, Noruega y el caso español, trabajan como agencias globales de empleo.
No obstante, cabe señalar que del total de trabajadores que consiguen un puesto por medio de una ETT, un 30% acaba por firmar un contrato fijo. De esta manera, conseguir un puesto permanente en una empresa también es posible con la intermediación de una de estas agencias.
Con la última reforma laboral, dejaron de estar vedadas las dos ramas de actividad en las que estas empresas no podían incidir: la construcción y el sector público. Sin embargo, a pesar de que ambos ya no son privativos de los SPE, son las ramas donde los servicios estatales tienen más éxito. Según los datos detallados del último mes de julio, fueron los empresarios del sector público en Administración, Defensa y Seguridad Social quienes ofertaron más puestos a través de las oficinas de empleo, con 24.055 ofertas de un total de 60.141 (el 40%). En segundo lugar se situó la construcción, con 18.000 puestos ofertados, el 30% del total.
Formación: más oferta en los servicios públicos
Como parte de las políticas activas de empleo, los servicios públicos imparten cursos de formación que son obligatorios en cierta medida. Las ramas de formación son diversas, pero son numerosos los desempleados que consideran la estructura y oferta de los cursos públicos de escaso valor efectivo para lograr una buena reinserción en el mercado de trabajo. Al margen de esta valoración, la intermediación de los servicios públicos de empleo garantiza en todos los casos y en todo el país una oferta educativa, algo que no ocurre con la misma amplitud en el caso de las ETT.
Los cursos públicos no siempre son efectivos para lograr una buena reinserción laboral
Si bien estas empresas ofrecen todo tipo de empleos de jornada completa o parcial, en diversas categorías y para distintas experiencias profesionales, sólo algunas brindan cursos de formación y de prevención de riesgos laborales. Por lo general, son las de mayor envergadura (Adecco, Flexiplan o Randstad) e incluyen categorías como manipulador de productos, peones de fábrica para cadenas de producción y montaje, cajeros, informática de gestión, etc. En algunos casos, estos cursos son de pago. En otros, se imparten en función de sistemas de puntos que el empleado acumula por cada día trabajado. La suma de los mismos da acceso a diferentes ofertas formativas diseñadas en función de diversos perfiles profesionales.
En las ETT ha habido cambios en el perfil del solicitante. Hasta poco antes de la crisis, los jóvenes y los inmigrantes eran quienes más acudían a ellas. Ahora, desde la Asociación de Grandes Empresa de Trabajo temporal -que agrupa alrededor del 70% de las empresas del sector-, se afirma que la heterogeneidad ha inundado estas empresas.
Uno de los perfiles que han inclinado sus preferencias hacia las ETT son las amas de casa mayores de 45 años, que se han incorporado por primera vez al mercado laboral debido a las malas condiciones económicas en sus hogares.