Youtuber, desarrollador de videojuegos… Una nueva serie de profesiones se impone con fuerza, entre ellas ser piloto de drones. Controlar estas naves resulta de gran utilidad en diversos ámbitos y los drones se aplican ya en las labores de salvamento y rescate, para la vigilancia forestal y la extinción de incendios o para realizar publicidad aérea. ¿Quiere trabajar como piloto de drones? Estas son todas las claves.
Pilotar drones, ¿para qué sirve?
Pilotar un dron no es más que controlar una aeronave remotamente. Esto quiere decir que «el piloto no está a bordo de ella y utiliza diversas ayudas electrónicas combinadas con GPS para realizar toda la envolvente del vuelo», explica Jesús Villapalos, jefe de enseñanza de una escuela de pilotos de drones.
Pero controlar no es solo hacerlo despegar y aterrizar con seguridad, «sino poder realizar las maniobras que el piloto requiera para sus distintos resultados, como filmación, observación, fumigación o calibración de equipos«, matiza Julen Azcona, de otra empresa especialista en drones.
Los drones resultan muy útiles en numerosos campos. Es conocido su uso en filmación aérea, documentales y cine. Pero también se explotan cada vez más otros sectores como topografía, agricultura inteligente, revisiones industriales, seguridad… De hecho, en la actualidad se están utilizando para diversas aplicaciones, como controles medioambientales, ingeniería civil y cartografía.
¿Cómo puedo ser piloto de drones?
¿Puede cualquiera pilotar un dron? Como aficionado, sí. Y siempre que cumpla unas sencillas normas de seguridad. Incluso hay drones domésticos por menos de 500 euros.
Sin embargo, para hacerlo a nivel profesional, es obligatorio tener cumplidos 18 años y un certificado médico que se ajuste a la normativa actual, además de obtener una licencia de piloto de aeronave ligera (LAPL). Para ello hay que realizar un curso teórico y práctico y así poder realizar vuelos a nivel profesional. Los distribuidores oficiales (DJI, Yuneec, Walkera…) pueden otorgar la licencia de vuelo de ciertos modelos, equipos que ya vienen montados desde la fábrica, pero en su mayoría se llevan a cabo en centros aeronáuticos registrados en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.
Los cursos que se imparten en estos centros se dividen en dos partes: hay una primera teórica de unas 50 horas para el certificado básico y 60 horas para el certificado avanzado. «La segunda parte es práctica y en ella se enseñan las partes del dron y su manejo», comenta Villapalos. Al término de cada parte se realizan unas pruebas donde el alumno debe demostrar los conocimientos adquiridos y la pericia con el dron. Los cursos completos tienen un precio que ronda los 1.000 euros.
¿Tiene futuro ser piloto de drones?
«Pilotar, y reparar, drones no es una profesión de futuro… es una realidad ya», indica Julen Azcona. «Y es una profesión al alza», ya que en un futuro la demanda de empleo y profesionales de este sector será muy elevada. Como los campos de aplicación son muy diversos y es un sector especializado, aumenta la posibilidad de encontrar un puesto laboral.
En cuanto a la remuneración, al ser un trabajo técnico con aparatos de gran valor y que manejan especialistas titulados, es buena. Los salarios varían según el trabajo que se tenga que realizar, pero el sueldo de un piloto de dron podría estar «en un rango de 20.000 a 30.000 euros anuales«, afirma Villapalos.
Pilotos de drones… ¡y reparadores!
Si hay drones, hay pilotos… ¡y también reparadores! No solo hay que saber manejarlos, sino cómo arreglar sus averías. Por eso una profesión ligada a la de piloto es la de reparador de drones, y también tendrá salidas.
A día de hoy no hay centros que ofrezcan cursos para ser reparadores de drones y para el mantenimiento y arreglo de estos aparatos. Así que se contrata a talleres especialistas en electrónica de consumo, ya que es el campo más aproximado. Sin embargo, a corto plazo, la figura de mecánico de dron será similar a la de mecánico de aviación, «como ya ocurre con los drones de uso militar», explica Villapalos.
Hay algunos talleres específicos donde se procede al montaje y reparación -e incluso al diseño- de piezas y de drones. Si se desea montar un taller, hay que tener en cuenta que la variedad en los modelos y fabricantes de drones es muy amplia, ya que cada fabricante usa componentes y sistemas de vuelo muy diferenciados.
Si la idea es especializarse en un fabricante, lo idóneo seria hablar con él; si se quiere tener un taller con un servicio integral, es importante «contar con personal que tenga con amplia experiencia en drones, en componentes y materiales, además de conocimientos avanzados en electrónica«, explica Azcona. También hay que saber programación, pues con ella se procederá a activar la comunicación entre piloto y aeronave. Y otra parte importante es tener conocimientos aeronáuticos, ya que los drones se desplazan por el aire y es necesario saber principios básicos de vuelo, operaciones, aeronavegabilidad, etc.