En una entrevista de trabajo, el objetivo final es persuadir al entrevistador de que nuestra candidatura es la más idónea y la que mejor se ajusta al puesto ofertado. Por tanto, la preparación y conocimiento del desarrollo de un proceso de selección son imprescindibles. Como se explica en este artículo, conviene informarse con antelación de las actividades y actuaciones de la empresa, así como de lo que esta espera del candidato. De esta manera, las respuestas pueden adecuarse a las preguntas habituales. Preparar posibles interrogantes sobre el puesto, la compañía y el proceso de selección será de gran ayuda. Asimismo, la sinceridad, claridad, confianza y una predisposición positiva son básicas, al igual que adecuar el aspecto personal al entorno en el que se desea trabajar.
1. Entrevista laboral: recomendaciones básicas
En una entrevista de trabajo son básicas la sinceridad, claridad, confianza y una predisposición positiva
Aunque son conocidas, no está de más tener en cuenta que hay una serie de claves esenciales para afrontar con mayores garantías la entrevista de trabajo.
Las recomendaciones pasan por estudiar el propio currículum vítae, presentarse de forma adecuada, ensayar las posibles preguntas y respuestas, preparar un argumentario que dé a la empresa razones para la contratación y no improvisar, sino preparar la entrevista de forma meticulosa.
2. Desarrollo de la entrevista
Durante la entrevista, que tiene una duración media aproximada de 30 minutos, se debe adoptar una actitud positiva, natural, educada y abierta. El entrevistador manejará y dirigirá el encuentro, además de los tiempos y las cuestiones.
El candidato debe mantener el contacto visual, utilizar un lenguaje verbal claro, conciso, directo y positivo, evitar bromas y falsedades. El lenguaje corporal ha de reflejar seguridad en uno mismo. El entrevistado evitará gesticular en exceso, cruzar los brazos, apoyarse sobre la mesa o reclinarse de forma exagerada en el respaldo de la silla.
Al finalizar la entrevista, el candidato buscará resumir sus ideas clave y sus principales argumentos y fortalezas
Es importante preparar el contenido que se pretende comunicar. Ello implica tener claros y resumidos los puntos fuertes y una estrategia para minorar las debilidades.
Si el entrevistador pregunta si domina algún idioma, es mejor ser sincero, pues es habitual que en ese momento realice ciertas cuestiones en esa otra lengua para corroborarlo.
Para hablar de salario ha de escogerse muy bien el momento y la forma de abordarlo, escuchar y valorar la propuesta de la empresa, tras comparar las condiciones del mercado.
Al finalizar la entrevista, el candidato buscará resumir sus ideas clave y sus principales argumentos y fortalezas. Dejará abierta la puerta a otras posibles oportunidades en esa compañía y, al despedirse, al igual que al presentarse, lo hará de forma cordial y educada.
3. Preguntas frecuentes
De forma general, las preguntas más habituales se centran en aspectos personales, de formación y experiencia profesional. Hay incluso guías que destacan las cuestiones que con mayor frecuencia se formulan en las entrevistas laborales. Entre ellas, figuran:
Nunca se debe hablar mal de la actual o antigua empresa, ni de los jefes o compañeros
- ¿Cómo se describiría a sí mismo?
- Describa una situación de su vida en la que resolviera un problema con éxito.
- ¿Qué gana la empresa si le contrata a usted en lugar de a otro candidato?
- Si usted fuera el entrevistador y yo el aspirante, ¿qué cualidades querría que tuviera?
- ¿Se considera más como un líder o como un seguidor?
- ¿Por qué desea precisamente este puesto?
- ¿Cuáles fueron sus razones para dejar su anterior empresa?
- ¿Qué salario espera para este puesto?
- ¿Cuáles son sus deficiencias o puntos débiles?
- ¿Que le agradaba más de su anterior ocupación? ¿Y lo que menos?
- ¿Cómo describiría a su anterior jefe?
- ¿Qué fallos cometió en anteriores empleos de los que aprendiera y mejorara?
- ¿Prefiere trabajar solo o en equipo?
- ¿Por qué cree que deberíamos contratarle?
- ¿Qué impresión cree que he sacado de usted en esta entrevista?
Para dar respuesta a todo ello, lo aconsejable es la sencillez y sinceridad, contestar sin usar palabras rebuscadas y huir de las afirmaciones dogmáticas. Ha de reducirse y evitarse el uso de muletillas, vigilar el lenguaje corporal y aquellos gestos que demuestren fragilidad o confusión. El candidato debe responder a lo que le interroguen y escuchar bien antes de hacerlo. Nunca debe hablar mal de su actual o antigua empresa, ni de los jefes o compañeros, y no debe entrar en asuntos o temas polémicos.
Los expertos en recursos humanos aseguran que las preguntas en las entrevistas de empleo varían en función del tipo de compañía y del trabajo ofertado. Pero también dependen del tipo de entrevistador, su experiencia o su posición en la empresa.
En los últimos años, determinados entrevistadores, sobre todo de las empresas punteras de Silicon Valley, se han decantado por preguntas extrañas y sorprendentes. Es el caso de “¿Cuántas personas están utilizando Facebook en San Francisco a las 2:30 p. m. de un viernes?”, realizada por un entrevistador de Google, o “¿Cómo resolverías la hambruna global?”, para un puesto en Amazon.
Su intención es encontrar un candidato que consiga ir más allá del discurso aprendido y ensayado y reaccionar ante situaciones que puedan descolocarle o sorprenderle. Por tanto, siempre es aconsejable estar preparado para todo tipo de cuestiones y saber adaptar la respuesta a las expectativas y necesidades del puesto.