En nuestro país las fuentes principales de ingresos no son las riquezas naturales, ni los grandes polos industriales, ni la mano de obra barata que promueve la exportación de productos. Tiene otros motores económicos, entre los que se destaca el turismo. Un sector en pleno crecimiento, donde no sólo se registra un incremento de beneficios en el ámbito de la hostelería o en el número de visitantes, sino también en la cantidad de personas que encuentran en este nicho un puesto de trabajo.
Hay que tener en cuenta que España es el segundo país más visitado por los turistas extranjeros. La afluencia de viajeros de otros países -que gastan no sólo en hotel y gastronomía, sino también en visitas culturales, ocio, y transporte- genera junto al gasto de los turistas nacionales, un volumen de negocio que se aproxima a los 50 mil millones de euros, según los últimos datos de 2006. Ante la demanda laboral del sector, los estudiantes o los recién licenciados optan por dedicarse al turismo, una industria que, en lo que va del año, ha incrementado la cantidad de trabajadores en un 6% más respecto del mismo periodo del 2006, según los últimos datos de marzo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITYC).
España es el segundo país más visitado por los turistas extranjeros
La totalidad de empleados en el sector turístico ascendían a 2,5 millones de personas en 2006 y representaban el 18% de los asalariados del área de servicios y al 11% de los trabajadores de toda España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se suele pensar que los jóvenes son los más beneficiados por el tirón del turismo, ya que es un sector que registra los mayores picos de demanda en determinadas fechas, además del periodo estival, como Semana Santa, Navidades y puentes, favoreciendo el empleo esporádico o puntual. Pero no son sólo los más jóvenes quienes consiguen un dinero extra. El año pasado el número total de asalariados en este ámbito de edades comprendidas entre los 30 y los 40 años se incrementó en un 40% más, en relación a los datos oficiales de 2005.
Restauración, el subsector de mayor demanda
El crecimiento de empleo en este sector seguirá en aumento según las previsiones de la Asociación Alianza por la Excelencia Turística (EXELTUR), que augura un crecimiento positivo del empleo para este año. En este sentido, conviene precisar que la mayor demanda de puestos de trabajo se registra durante los meses de mayo a septiembre. Es entonces cuando se amplían las posibles vacantes laborales no sólo para los diplomados, sino también para el personal no especializado, sobre todo estudiantes e inmigrantes.
«El sector de la industria del turismo que más trabajo ha ofrecido en los últimos años ha sido el de la restauración, con el 38% del total»Nadia Budó, directora general de la Escuela Superior de Turismo (ESERP) de Madrid explica que el sector de la industria del turismo que más trabajo ha ofrecido en los últimos años ha sido el de la restauración, con el 38% del total. Le siguen la rama hotelera que emplea al 16% de los asalariados, seguida del resto de actividades -agencias de viajes, transportes, alquiler de vehículos, ocio, cultura, etc.- que corresponde al 45% restante.
En términos generales, la hostelería es el área que mayor demanda presenta. Esta situación no es sorprende si se tiene en cuenta el aumento de la cantidad de pernoctaciones que, según el INE, se sitúa, en lo que va de año, en un 4,7% más respecto al el ejercicio pasado. Así se explica que los trabajadores en los sectores de restauración y hostelería hayan representado el 56% del mercado de trabajo el año pasado con un crecimiento del 10% respecto del año 2005.
Las ramas del turismo que más se han desarrollado en los últimos años son las siguientes:
- Hostelería.
- Transporte terrestre y marítimo de pasajeros.
- Transporte aéreo.
- Agencias de viajes.
- Alquiler de automóviles y de otros medios de transporte.
- Actividades en museos y otras instituciones culturales.
- Actividades deportivas.
Mercado laboral
El conocimiento de idiomas es una de las condiciones imprescindibles para trabajar en turismo. Este requisito es exigido cada vez con más determinación por parte de los empresarios debido a que el 70% de los extranjeros que viajan a España provienen de países de habla no hispana. El inglés, considerado como idioma universal, es la lengua más extendida entre los turistas y también la más estudiada por los españoles. No es para menos, teniendo en cuenta que los viajeros procedentes de Gran Bretaña y Alemania representan el mayor número de visitantes en nuestro país.
El inglés es la lengua más extendida entre los turistas y también la más estudiada por los españoles
Otra de las aptitudes que exigen los empleadores es que sus trabajadores demuestren cierto talento «natural» para las relaciones con el cliente. Esto se enmarca en la tendencia de ofrecer un servicio personalizado, que en muchos casos se determina a partir de lograr una buena comunicación con el cliente. La idea es romper las barreras que el turista se sienta «como en casa». Nadia Budó explica que un profesional del turismo debe ser un «buen relaciones públicas», capaz de guiar a grupos de españoles o de extranjeros, tener «don de gentes», y poder organizar y gestionar cualquier servicio turístico.
A pesar del crecimiento de la industria turística y del empleo que genera, aún queda un reto que enfrentar: reducir la precariedad laboral. Sólo un 63% de los contratos realizados en este sector eran indefinidos en el año 2005. Mientras la tasa de contratación fija descendía en un 0,8%, en comparación con el año 2004, se producía un aumento del 20% de los contratos temporales. De la misma manera, en 2006 no se ha registrado un cambio en la “calidad” de la contratación ya que el Ministerio de Industria confirma el aumento de los contratos temporales frente a los indefinidos.
El sector goza de una buena “acogida” de profesionales, pero las fluctuaciones de la demanda fomentan los contratos “basura”. Este tipo de incorporación transitoria se acrecienta durante los meses en los que se produce mayor actividad turística en España, sobre todo en verano. Las empresas intentan cubrir las plazas que genera el mercado laboral, pero una vez que termina la temporada, en general, no mantienen a los trabajadores en sus empleos, bien porque se reduce la demanda o bien porque estos trabajadores desempeñan estas labores como una manera de obtener un dinero extra durante el verano, sin aspiración alguna a continuar en el puesto de trabajo durante más tiempo.