Un número cada vez más grande de países de la zona euro trata de deshacerse de las monedas de 1 y 2 céntimos por su elevado coste de fabricación y transporte. Alemania fue ayer el último país en sumarse al debate, siguiendo la estela de Finlandia, Holanda y Bélgica. La Comisión Europea no tiene posición oficial sobre la supresión de algunas monedas, pero recuerda que siguen teniendo valor legal aunque se retiren de la circulación.
El banco central alemán, el Bundesbank, no excluye introducir en las tiendas un sistema de redondeo a 0 y 5 céntimos de euro que permita eliminar progresivamente las monedas de 1 y 2 céntimos. «Podríamos imaginar esta solución para Alemania», aseguró el responsable de monedas y billetes del banco, Wolfgang Soeffner.
Su principal argumento es que el coste de fabricación es más alto que su valor nominal a causa de la subida de los precios del acero. Además, «hay costes de transportes y manutención importantes», subrayó Soeffner.
La alternativa es implantar el sistema que existe en Finlandia ya desde el 1 de enero de 2002, fecha de entrada en circulación del euro, según el cual los precios no se modifican, pero una vez en caja se redondean a 0 y a 5 céntimos para hacer desaparecer las monedas más pequeñas.
Este sistema de redondeo se introducirá también en Holanda a partir del próximo 1 de septiembre. Por lo que se refiere a Bélgica, la discusión sobre la retirada de las monedas de 1 y 2 céntimos se inició a principios de agosto, pero aún no se ha llegado a ninguna conclusión.