¿Qué se llevaría si viajara al extranjero: un manual de gramática o un diccionario? La respuesta a esta pregunta evidencia la importancia que adquiere el vocabulario en los procesos de comunicación en otros idiomas. Pero para aprender nuevos términos de una segunda lengua no basta con memorizarlos y conocer su pronunciación, hay que saber también cómo, dónde y de qué forma aplicarlos. Las nuevas tecnologías proponen distintos recursos que ayudan a incrementar los conocimientos léxicos y usarlos de modo adecuado.
Imagen: The Advocacy Project
El valor del léxico
Gramática y vocabulario. Éstas son las dos áreas lingüísticas fundamentales que cualquier estudiante de idiomas debe trabajar para lograr la fluidez necesaria que le permita comunicarse en otra lengua. El aprendizaje de los contenidos gramaticales requiere en general de la orientación de un docente o especialista para guiar al aprendiz en la adquisición y aplicación de la teoría de la lengua extranjera, mientras que ampliar el léxico se considera una actividad autodidacta, que es más una responsabilidad del alumno que del docente.
La utilización correcta de un término en otro idioma implica una serie de destrezas gramaticales
Sin embargo, en la actualidad, numerosos especialistas defienden que la enseñanza de la gramática no debe estar separada del vocabulario. La utilización correcta de un término en otro idioma implica una serie de destrezas gramaticales, puesto que las unidades léxicas se combinan entre ellas de modo sintáctico. Marta Baraló, directora del Departamento de Lenguas Aplicadas de la Universidad Antonio de Nebrija, en su ponencia ‘Aspectos de la adquisición del léxico y su aplicación en el aula’, enuncia algunas de las competencias que se adquieren cuando se trabaja una lengua desde un enfoque léxico: la capacidad de organizar un texto, de formular, articular o escribir un enunciado lingüístico y de identificar, comprender e interpretar el mensaje.
Agregar una nueva palabra o término al vocabulario de otro idioma no consiste tan solo en aprender y memorizar su pronunciación y ortografía. Es necesario saber reconocerla de forma oral, emplearla en un contexto, conocer su valor semántico, la estructura interna y sus relaciones o colocación respecto a otras unidades léxicas y usarla de forma adecuada según el propósito del hablante.
Estrategias de aprendizaje
Sería pretencioso por parte de un estudiante intentar adquirir todo el léxico de la lengua extranjera que desea aprender, algo que ni siquiera es posible para cualquier nativo del idioma. Por eso, tanto para el docente como para el alumno o aprendiz, el primer paso, sobre todo en las primeras fases de aprendizaje, es delimitar cuál es el vocabulario fundamental que más se adapta a las necesidades de cada uno. Además de los términos esenciales para comunicarse, algunos estudiantes requieren cierta soltura léxica en algunos ámbitos, ya sea por cuestiones laborales o personales.
Es recomendable que todos los aspectos de la enseñanza giren en torno al contexto lexicográfico elegido
Una vez marcada esta delimitación, es recomendable que todos los aspectos de la enseñanza giren en torno al contexto lexicográfico elegido. Esta organización del trabajo, de modo que el vocabulario no se configure como una actividad independiente de la materia, facilitará en buena medida la asimilación de la nueva terminología y su correcta adaptación al discurso idiomático.
Algunas de las tareas que los especialistas en la enseñanza de lenguas extranjeras proponen para aprender vocabulario son las siguientes:
Trabajar con textos completos: comprender un texto a partir de determinadas palabras clave destacadas permite interpretar y deducir significados por el contexto que les acompaña, sin tener que depender en todo momento de un diccionario.
Relacionar y asociar: un ejercicio recomendable para practicar con nuevos términos es relacionarlos con imágenes, con definiciones o con otras unidades léxicas asociadas, como sinónimos, antónimos o vocablos que se unen con frecuencia.
Clasificar: crear familias de palabras de una temática determinada o de una misma categoría semántica o gramatical y elaborar mapas conceptuales son algunas actividades que permiten organizar el léxico para su posterior utilización en los contextos adecuados.
Ejercicios con frases: al aprender vocabulario es esencial practicar con los términos, ya sea por medio de la construcción escrita de oraciones que incluyan el nuevo léxico o con su aplicación en el lenguaje oral.
Juegos: algunas actividades lúdicas, como los crucigramas, sopas de letras, juego del ahorcado o las adivinanzas tienen un valor didáctico y motivador en la adquisición de nuevo vocabulario en otros idiomas.
Recursos en la Web
Las nuevas tecnologías aportan a los estudiantes de idioma numerosos recursos para practicar y aprender de un modo activo y autodidacta. Entre ellos, destacan distintas aplicaciones y herramientas destinadas a ampliar el vocabulario de los aprendices y facilitar así la adquisición de una competencia léxica que le permita la comunicación en otras lenguas.