Un científico canadiense ha encontrado fósiles de un ejemplar de la familia de los tiranosaurios en el extremo norte de Canadá, una latitud donde hasta ahora no se habían hallado restos de dinosaurios carnívoros.
En América del Norte sólo se habían localizado tiranosaurios en las regiones centrales de Canadá y en el oeste de EE.UU., miles de kilómetros al sur del extremo norte de la isla Baffin, donde Hans Larsson, paleontólogo de la Universidad McGill de Montreal, ha hecho su hallazgo.
Este descubrimiento confirma por primera vez las suposiciones de los científicos sobre la presencia de grandes carnívoros en el Ártico cuando el clima en la Tierra era radicalmente distinto.
Aunque los restos, un pie y un diente, no son suficientes para identificar la especie exacta, sí proporcionan, según Larsson, la información requerida para afirmar que el dinosaurio tenía una longitud de casi 11 metros y pertenecía a la familia de los Tiranosaurios Rex.
El paleontólogo calcula que los restos tienen unos 70 millones de años. En aquel entonces, las regiones del Ártico tenían un clima más cálido, lo que permitía la existencia de plantas y grandes árboles a pesar de las ocasionales heladas y los periodos de oscuridad.
Durante su expedición al Ártico, en los veranos de 2003 y 2004, Larsson caminó hasta 25 kilómetros al día durante un mes. «Dinosaurios y una gran variedad de plantas vivían en el norte del Ártico hace 240 millones de años», asegura el científico en un comunicado.