El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha comunicado que han descubierto a través del Telescopio Solar Sueco, en el Observatorio del Roque de los Muchachos (La Palma), que las «espículas»solares se producen por ondas de choque, que se crean cuando las ondas de sonido de la superficie solar penetran por una zona de amortiguación y «gotean»en la atmósfera solar.
Al igual que las manchas o las protuberancias solares, las espículas son otra de las manifestaciones del magnetismo solar. Se trata de chorros de plasma lanzados a una velocidad aproximada de 90.000 kilómetros por hora a través de la atmósfera del Sol, que pueden llegar a alcanzar una longitud aproximada de 3.000 kilómetros.
La primera vez que un científico se refirió a ellas fue en 1877. Pero ni el experto en cuestión, Angelo Secchi, ni ningún otro hasta ahora habían podido explicar su naturaleza, bien por la dificultad de las observaciones para objetos con una vida corta o bien por su tamaño relativamente pequeño (inferior a 500 kilómetros).
Los científicos del centro canario han realizado una combinación de modelos numéricos y observaciones de alta resolución del nuevo Telescopio Solar Sueco para lograr este descubrimiento.
Los científicos del IAC han señalado que tras este hallazgo podrán estudiar si la masa que transportan hacia la corona contribuye al viento solar, y de qué modo.
El telescopio Solar
En cuanto al telescopio sueco, los científicos aseguran en su comunicado que es el primero con el que han conseguido establecer simultáneamente de su ubicación, evolución, sistema de energía y la recientemente descubierta periodicidad. Además permite a los investigadores ver y fotografiar en detalle la superficie del Sol, y su lente frontal, al estar ubicado en uno de los mejores emplazamientos del planeta para telescopios solares, alcanza un metro de diámetro, de modo que consigue discernir rasgos muy pequeños, de incluso 70 kilómetros en la superficie solar.