Cerca de 12 millones de usuarios inscritos, 32 millones de libros prestados y más de 100 millones de visitas. Éstas son algunas de las cifras que dan cuenta de la ajetreada actividad que se desarrolla cada día en las 4.125 bibliotecas públicas que se reparten por todo el país. Los servicios bibliotecarios permiten a los ciudadanos ejercer su derecho a acceder a la información, educación y cultura, pero para poder hacer uso de ellos, es necesario que cumplan y respeten las normas establecidas por las administraciones competentes en cada caso.
Imagen: Rubén García / Eroski Consumer
Ir a la biblioteca está de moda. Así lo constatan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el uso de estos servicios. Según el INE, en la última década casi se ha duplicado el número de usuarios de las bibliotecas de nuestro país, 16,3 millones de ciudadanos, que representan un 35,7% del total de la población. La mayoría de estos usuarios (72,3%) están inscritos en alguna de las 4.125 bibliotecas públicas españolas, que reciben cada año más de 100 millones de visitas.
Cualquier ciudadano puede utilizar los servicios de las bibliotecas públicas
Este importante crecimiento se puede explicar en parte por los nuevos servicios, más allá del préstamo y consulta de libros, que han iniciado en los últimos años la mayoría de estas instituciones públicas para adaptarse a la normativa vigente, esto es, a la Ley de la lectura, del libro y de las bibliotecas, promulgada en 2007.
Ésta es la primera ley de ámbito nacional que reconoce a la biblioteca pública como un servicio que posibilita el ejercicio de uno de los derechos fundamentales de los ciudadanos: el acceso a la información, la educación y la cultura en el contexto de la Sociedad de la Información y el Conocimiento. Este derecho es universal y, por tanto, cualquier ciudadano puede utilizar los servicios de las bibliotecas públicas, con independencia de su lugar de origen o residencia, de forma libre y gratuita.
Servicios básicos
Tal como reconoce la Ley de 2007, los usuarios tienen derecho a los siguientes servicios básicos, que debe prestar toda biblioteca de titularidad pública:
Cada biblioteca se rige por la normativa específica o reglamentos que se hayan establecido en su ámbito
A partir de aquí, cada una de las bibliotecas, en función del organismo administrativo del que dependa, se rige por la normativa específica o reglamentos que se hayan establecido en su ámbito, que regulan las particularidades de cada servicio, así como los deberes y obligaciones de los usuarios de los mismos.
Derechos de los usuarios
Para hacer uso de una biblioteca pública, ya sea estatal, regional o municipal, es requisito imprescindible registrarse de forma previa. Los usuarios inscritos tienen derecho a los servicios básicos mencionados, con las especificaciones normativas que se establezcan en cada centro:
Deberes de los usuarios
Los usuarios deberán respetar las normas marcadas por cada centro
Los usuarios de las bibliotecas públicas deberán respetar las normas marcadas por cada centro en relación al uso y aprovechamiento de las instalaciones y el reglamento establecido para cada uno de los servicios prestados. El incumplimiento de estas normas conlleva en general la suspensión o pérdida de la condición de usuario de la biblioteca.