Un grupo de científicos que analizan una carcasa de ballena en Monterrey Canyon (EE.UU.) han anunciado el descubrimiento de dos nuevas especies de gusanos únicos que se alimentan de los huesos de ballenas muertas.
Los investigadores del Monterrey Bay Aquarium Research Institute (MBARI) describen en la última edición de la revista «Science» a estos gusanos, cuyos cuerpos y estrategias de alimentación difieren de los de cualquier otro animal conocido. «No tienen ojos, ni patas, ni boca, ni siquiera estómago, pero poseen coloridas plumas y unos tentáculos verdes que emplean para infiltrarse en los huesos de las ballenas muertas, digiriendo las grasas y aceites que tiene dentro el animal, con la ayuda de las bacterias simbióticas», señalan.
Los rasgos más visibles de «Osedax rubiplumus» y de «Osedax frankpressi», nombres con los que han denominado a estos nuevos invertebrados, son sus plumas rojizas, que se extienden dentro del agua y actúan como branquias. «Las plumas conectan con un tronco muscular, en el que se encierran cuando los gusanos se ven molestados», explican.
Al otro extremo del tronco, el cuerpo se ensancha hasta formar un gran saco de huevos. Los tentáculos verdes, que salen del saco de los huevos, están llenos de bacterias que descomponen el aceite de los huesos de las ballenas.
Los científicos se vieron inicialmente sorprendidos por el hecho de que todos los gusanos que recogieron fueran hembras. Sin embargo, mientras examinaban a dos especímenes de entre dos y siete centímetros de largo bajo un microscopio, descubrieron que portaban docenas de gusanos machos microscópicos que vivían dentro de sus cuerpos. Estos gusanos machos aparentaban no haberse desarrollado más allá de su estado larvario.