La Unión Europea (UE) y EE.UU. firmarán el próximo sábado en Irlanda un acuerdo para que sus sistemas de radionavegación por satélite, el GPS estadounidense y el europeo Galileo, sean compatibles y que sus señales en servicio abierto se conviertan en la norma de referencia internacional.
El acuerdo que firmarán la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, y el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, pondrá punto final a años de presiones de Washington sobre los europeos para que no desarrollaran un sistema autónomo.
Galileo debe empezar a ser operativo, aunque parcialmente, en 2008 y los expertos consideran que ofrecerá en su servicio abierto una precisión al menos cinco veces superior a la actual del sistema GPS. Éste, por su parte, está controlado por el Pentágono, con la falta de control que implica para terceros países y las restricciones que ello puede conllevar en periodos de conflicto bélico.
«Se ha trabajado bien, con espíritu constructivo» por parte de europeos y estadounidenses hasta alcanzar «un magnífico acuerdo», se congratuló De Palacio, que destacó que «los usuarios se beneficiarán de una mayor calidad de servicio». En el tramo final de la negociación, los europeos aceptaron desplazar la frecuencia sobre la que operará el servicio abierto de Galileo, a fin de que no se solape parcialmente con la «frecuencia M» (militar) del GPS.