Cada año, miles de universitarios se desplazan a otras ciudades para proseguir sus estudios. Aunque el alojamiento preferido por estos y sus familias en los primeros cursos es, a menudo, un colegio mayor o una residencia, los pisos compartidos son la opción mayoritaria. Compañeros, tablones de anuncios en la facultad y contactos de amigos han sido siempre la vía más habitual para encontrar este tipo de hospedaje. Sin embargo, hoy en día la búsqueda es más fácil. Además de los servicios de alojamiento que facilitan la mayoría de las universidades a sus alumnos, proliferan en la Red sitios especializados en poner en contacto a quienes constituyen la oferta y demanda de pisos de estudiantes.
¿Dónde buscar?
¿Qué carrera estudio? ¿En qué universidad? Después de resolver estas dos principales cuestiones, los miles de universitarios que cada año optan por iniciar sus estudios en una ciudad lejos de su hogar familiar deben tomar otra decisión no menos relevante: dónde alojarse.
Buscar piso de estudiantes es hoy en día más fácil que hace una década. Los servicios de alojamiento de las universidades, además de proporcionar toda la información pertinente sobre las residencias y colegios mayores, adscritos o no al campus universitario, ayudan a sus alumnos de forma gratuita a buscar un piso de alquiler compartido que se ajuste a sus necesidades y expectativas.
El servicio consiste en una base de datos que sirve de punto de encuentro entre estudiantes y particulares
El servicio consiste en una base de datos que sirve de punto de encuentro entre estudiantes y particulares que ofertan viviendas completas o habitaciones en pisos compartidos. La labor de la universidad en este caso es actuar de intermediaria, sin tener ninguna responsabilidad en el estado del alojamiento, el comportamiento de los inquilinos o el cumplimiento de los pagos. Una vez contactadas ambas partes, el acuerdo sobre las condiciones y el contrato de alquiler lo estipulan el estudiante y el propietario del piso.
Estas bases de datos pueden consultarse en general en las páginas web de las universidades, que cuentan con un buscador donde el estudiante puede delimitar su búsqueda según sus preferencias: situación del piso, habitación individual o compartida, servicios que ofrece, etc. En algunos casos, las universidades permiten también que otros alumnos que ya tienen un piso arrendado publiquen sus ofertas de habitaciones libres en la vivienda.
Los estudiantes pueden acceder desde el propio campus a la información sobre el parque de viviendas gestionado por la SPA
Además de este servicio de intercambio de información, las universidades intentan promover acuerdos y convenios con administraciones estatales, autonómicas o locales para ofrecer condiciones ventajosas de alquiler a la comunidad universitaria. Es el caso de los recientes convenios con la Sociedad Pública de Alquiler (SPA) del Ministerio de Vivienda. Gracias a estos acuerdos, realizados por ahora con la Universidad de Burgos, Complutense de Madrid, Granada, Oviedo, Carlos III y Alcalá de Henares, los estudiantes pueden acceder desde el propio campus a la información sobre el parque de viviendas gestionado por la SPA en sus zonas de interés. Los contratos se suscriben a través de la universidad y cuentan con las ventajas que el resto de inquilinos que arrendan con esta sociedad estatal y, en algunos casos, con condiciones más favorables.
Páginas web especializadas
En los últimos años, la Red se ha convertido en una importante fuente de información para quienes buscan una vivienda en arrendamiento, entre ellos, los estudiantes. A raíz de esta demanda, han surgido diferentes portales especializados en poner en contacto a las personas interesadas:
Campusanuncios.com: el portal de clasificados Campus recoge más de 180.000 anuncios de habitaciones en alquiler para estudiantes. El interesado puede delimitar su búsqueda por precio y por localización. También cuenta con una extensa base de clasificados de ofertas de pisos o casas en alquiler para universitarios.
Tipos de alojamientos
Al buscar alojamiento, la duda gira en torno a dos alternativas: piso compartido o colegio mayor y residencia. Es habitual, sobre todo en los primeros cursos, que los estudiantes se decanten por estas dos últimas opciones. En principio, proporcionan mayor tranquilidad a las familias porque, además del alojamiento, disponen de otros servicios adicionales, como comedor o limpieza, junto con medidas y normas de control que se asemejan a las estipuladas en el hogar familiar. Por otra parte, estos alojamientos favorecen en gran medida la integración del alumno en el nuevo entorno, puesto que les permiten conocer y relacionarse con otros estudiantes y participar en las actividades académicas u otras que se organizan.
En los primeros cursos es habitual que los estudiantes opten por los colegios mayores o residencias
Sin embargo, el coste de este tipo de centros es elevado. Tal como revela el análisis exclusivo realizado por EROSKI CONSUMER en 86 residencias y colegios mayores de 18 ciudades españolas, estos alojamientos suponen un desembolso medio de entre 654 y 574 euros mensuales, en función de los servicios e instalaciones. Un presupuesto demasiado alto para muchas familias que, además de hacer frente a estos gastos, deben destinar otras cantidades monetarias al pago de matrículas, libros, transportes y otros materiales de estudio.
Gastos de un piso
Vivir en un piso compartido con otros estudiantes es una opción mucho más económica. Según las ofertas consultadas por EROSKI CONSUMER, el coste medio de una habitación en este tipo de alojamientos oscila entre 150 y 300 euros. La diferencia la marca en general la ciudad de residencia, la situación del piso (más alejado o cercano a los centros universitarios) y los servicios de la comunidad (piscina, jardines o vigilancia). Para que la estancia sea más económica, se puede optar por compartir el piso con otros estudiantes. Esta alternativa, aunque reste intimidad al universitario, puede abaratar los costes entre un 25% y un 50%.
El estudiante debe contar con un presupuesto para otros gastos que, en general, están incluidos en el coste de un colegio mayor o residencia
Pero esto es sólo el alojamiento. El estudiante debe contar con un presupuesto para otros gastos que, en general, están incluidos en el coste de un colegio mayor o residencia: la comida, limpieza u otros servicios adicionales como conexión a Internet. La alimentación supone la mayor inversión del universitario. Tal como apuntan los datos del Panel de Consumo de la alimentación dentro del Hogar del Ministerio de Medio Ambiente, el gasto medio por persona al año asciende a 1.449 euros, una media de 120,75 euros al mes.
El resto de gastos adicionales de un piso de estudiantes se medirá por las necesidades de sus habitantes y el régimen de reparto que estipulen. Siempre resultará más económico hacer frente a la compra de alimentos y productos de limpieza, o la contratación de un servicio de conexión a la Red compartido entre todos los residentes, que abonarlos de manera particular.