El Ministerio de Educación y Ciencia diseña ya los contenidos de los futuros títulos de Grado. Como primer paso, los técnicos de este departamento han recogido las materias comunes que deberán ofrecer las facultades a sus alumnos en cada rama de conocimiento (Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Arquitectura e Ingeniería y Ciencias Sociales y Jurídicas), y acaban de enviar su propuesta a los rectores de las universidades españolas para que den su visto bueno.
El equipo de la ministra Mercedes Cabrera ha ideado un proceso de gestación de una carrera que permitirá a cada universidad crear sus títulos de Grado «a la carta». Los técnicos han recogido entre 12 y 16 asignaturas por rama y han marcado las normas para hacer las combinaciones.
Diseño del título
En cada título se deberán cursar 60 créditos de las materias comunes durante los dos primeros cursos de la carrera. De ellos, 36 -seis asignaturas- tendrán que ser de la propia rama y el resto -cuatro materias-, de otra. La Universidad seleccionará las materias que crea necesario aportar para el título que diseña.
El proyecto prevé que en casos excepcionales se puedan rebasar esos límites e impartir más asignaturas de otras ramas si el objetivo está justificado. Así, una universidad que prepare un título de Grado de Periodismo podría escoger seis asignaturas de las 14 comunes que ha fijado el Ministerio para los dos primeros cursos del área de Ciencias Sociales y Política -entre ellas Antropología, Empresa o Psicología-.
Según el tipo de especialización, el centro cargará más unos contenidos u otros
Según el tipo de especialización que se quiera dar a la titulación -más económica o dirigida a la política o el Derecho, por ejemplo-, el centro cargará más unos contenidos u otros. Además, incluirá cuatro materias de otras ramas -desde Medio Ambiente hasta Expresión Artística- con el fin de potenciar esa formación concreta en el alumno.
Universidades más autónomas
El Gobierno, según Cabrera, pretende hacer universidades más autónomas y competitivas, con titulaciones adecuadas y una audaz política de investigación y desarrollo. «Pero -añadió- las universidades deben hacer también un esfuerzo para ganarse la confianza de la sociedad».
La construcción del Espacio Europeo de Educación Superior, en el que participan cuarenta cinco países del continente, es «una gran oportunidad para nuestras universidades», y a ella obedece la política de armonización en marcha. La primera consecuencia práctica de este afán será la reorganización de los estudios universitarios. Una vez se apruebe la ley, recordó Cabrera, las enseñanzas se organizarán en tres ciclos y cambiarán las titulaciones; adiós a las diplomaturas y licenciaturas, y llegarán los títulos de Grado, Máster y Doctor.
El otro pilar de la «nueva» universidad española será la I+D+i, subrayó la ministra. Investigar será «un deber y un derecho» de las universidades, y también, transferir esos conocimientos para que rindan servicio a la sociedad y al sistema productivo.