La agencia espacial estadounidense (NASA) ha elegido Cataluña para que albergue una de las bases del proyecto internacional Global Precipitation Measurement (GPM), cuyo objetivo es medir la lluvia de todo el planeta. El Servicio de Meteorología de Cataluña (METEOCAT) y el Grupo de Investigación Aplicada en Hidrometeorología de la Universidad Politécnica lideran la iniciativa en la comunidad autónoma.
De las quince candidaturas presentadas, la NASA ha escogido las bases de Japón, Corea, Oklahoma, Islas Marshall, Reino Unido y Cataluña. Estas bases terrestres tratarán de medir, a través de radares, la lluvia de todo el planeta en tiempo real. El motivo de la elección de la comunidad catalana es que sus características meteorológicas son representativas del Mediterráneo.
El proyecto permitirá crear modelos meteorológicos más precisos y así poder predecir con más exactitud los fenómenos climáticos, como por ejemplo las inundaciones, según explicó el director del METEOCAT, Oriol Puig.
El director del Grupo de Investigación Aplicada en Hidrometeorología, Daniel Sampere, explicó que Cataluña dispone de tres radares y a finales de 2004 tendrá dos más, lo que supone una superficie válida de análisis de 15.000 kilómetros cuadrados.
Por su parte, el consejero en funciones de Medio Ambiente de la Generalitat, Ramón Espadaler, que fue quien informó de la decisión de la NASA, dijo que la elección de Cataluña «es el reconocimiento de un servicio eficiente», en referencia al METEOCAT.
La NASA lanzará en el año 2008 el satélite que permitirá medir la lluvia de todo el planeta. Las bases terrestres se encargarán de enviar a la agencia espacial muestras de los datos obtenidos por los radares para comprobar y garantizar que el sistema es operativo.