La cada vez más amplia oferta de educación de posgrado en el área empresarial hace que la competencia entre las escuelas de negocios sea aún mayor que hace unos años; rankings o recomendaciones son algunos de los criterios que se han de tener en cuenta a la hora de elegir un programa de MBA en una escuela determinada, pero distinguir realmente aquélla que responde a unos estándares de calidad internacionales únicamente es posible verificando que posee una o varias de las denominadas “tres coronas”: EQUIS, AACSB y AMBA, tres acreditaciones que poseen conjuntamente sólo 31 escuelas de negocios de todo el mundo, entre ellas dos españolas.
Imagen: thinkpublic
En los últimos años se ha producido un increíble aumento de la oferta educativa en cuanto a formación empresarial y de negocios en todo el mundo; si las tradicionales escuelas de negocios se circunscribían antes principalmente a un número limitado de países, entre los que destacaban sobre todo Estados Unidos o Gran Bretaña, ahora a las listas de programas de formación para ejecutivos y directivos se unen centros de todas las nacionalidades, lo cual hace cada vez más difícil la elección a sus futuros estudiantes. En España, esta oferta se ha visto también ahora incrementada por la instauración de la formación oficial de posgrado en la mayoría de las universidades del país, lo que ha incrementado notablemente la oferta de programas de formación superior, entre los que destacan los relacionados con el área de administración y dirección de empresas.
A la hora de elegir un centro de estudios para realizar un programa de formación empresarial, además de valorar cómo se ajusta éste a las necesidades particulares y por supuesto al presupuesto de cada uno, los candidatos suelen atender a varios criterios adicionales, como el posicionamiento de la escuela en los principales ranking nacionales o internacionales, la opinión de antiguos alumnos o el posicionamiento de estos en el mercado empresarial. De esta forma consiguen una visión general de cómo podrá afectar a su carrera profesional la formación que incorpore a su curriculum.
Que una escuela no posea estas acreditaciones no significa que carezca de la calidad necesaria en sus programas
Pero además de tener en cuenta estos criterios, una de las maneras más fáciles de obtener una garantía de que la escuela o centro que se va a elegir responde a los máximos estándares de calidad es a través de las tres acreditaciones internaciones que hoy en día suponen el mayor reconocimiento que se le puede otorgar a una escuela de negocios: EQUIS, AACSB y AMBA. Valorar estas acreditaciones es importante sobre todo en aquellos casos en el que el alumno haya decidido desarrollar un programa de negocios en una escuela en el extranjero o pretenda enfocar posteriormente su trayectoria laboral a otros países, puesto que todas ellas son reconocidas internacionalmente en el mundo empresarial como una garantía de excelencia en la formación. Del mismo modo, no poseer estas acreditaciones no significa que una escuela no cuente con la calidad necesaria en sus programas, ya que, en muchos casos, simplemente quiere decir que el centro tal vez no haya optado por dotar a sus programas de una dimensión internacional y por tanto no se plantea solicitar una de estas acreditaciones.
Cada acreditación tiene sus propios criterios de calidad, y estándares que exigen a los que se les otorga
Conocidas como las «tres coronas», tan sólo 31 escuelas de negocios de todo el mundo poseen estas tres acreditaciones conjuntamente, o sea, un 1% del total de centros que existen actualmente, entre ellos dos escuelas españolas: ESADE y el Instituto de Empresa (IA). Otras instituciones de nuestro país, como el IESE o el EADA, cuentan con «dos coronas», la EQUIS y AMBA, y otras dos, la Carlos III y el Institut Quimic de Sarriá con una de ellas, la AMBA y AACSB, respectivamente. Hay que tener en cuenta que, aunque el proceso para obtener cualquiera de estas acreditaciones no es nada fácil, cada una tiene sus propios criterios de calidad y estándares que exigen a los centros que se les otorga, de modo que no es lo mismo tener una que otra, sobre todo en el caso de AMBA, ya que esta acreditación se concede exclusivamente a programas de formación y no a centros o escuelas en general y, por tanto, no todos los programas que se ofrecen en ellos cuentan con dicha acreditación.
Es importante saber que estas acreditaciones no se otorgan por un periodo indefinido, sino que tienen una validez de entre tres y 10 años, de modo que transcurrido un plazo, las escuela debe responder nuevamente a los criterios de calidad exigidos, garantizándose así la continua mejora de sus programas de formación.