Padres y docentes comparten el mismo objetivo: educar a los alumnos. Pero a veces el camino que toman unos y otros para conseguirlo difiere de forma sustancial y es contradictorio. Para alcanzar la misma meta, el centro debe favorecer la participación de los progenitores y proporcionarles los medios necesarios para estrechar los vínculos con los miembros de la comunidad educativa. La cooperación es fundamental para que el desarrollo académico del estudiante sea coherente. Los padres han de implicarse en el funcionamiento de la escuela y participar en las actividades comunes que se propongan.
Padres y docentes comparten la responsabilidad de la educación de hijos y alumnos. Las dos partes deben cooperar y relacionarse para que la trayectoria académica del niño se desarrolle de forma coherente y en una misma dirección.
Todas las investigaciones y estudios realizados en torno a las relaciones entre familia y escuela ponen de manifiesto que mantener un vínculo estrecho y de participación tiene un importante impacto en los resultados educativos del estudiante. Se debe considerar entonces la cooperación entre padres, docentes y centro escolar como una herramienta efectiva para frenar el fracaso educativo y alcanzar el éxito académico.
Los estudiantes mejoran sus calificaciones, tienen una actitud más favorable hacia las tareas escolares y una mayor autoestima
Francisco Juan García-Bacete, del Departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad Jaume I, recoge en su obra ‘Comunicación cooperativa entre familia y escuela’ una relación de los efectos positivos de una mayor participación de los padres en la educación. Por una parte, los estudiantes mejoran sus calificaciones, tienen una actitud más favorable hacia las tareas escolares, mayor autoestima y una conducta y actitud positiva. En el caso de los docentes, se incrementa su satisfacción con la profesión, adquieren mayor compromiso y preparan mejor sus clases. Los padres comprenden en mayor medida los programas escolares, valoran más su papel en la educación de los hijos y mejoran su comunicación con ellos.
Papel del centro
En ocasiones, los docentes se quejan de que las familias no muestran interés suficiente por la educación de sus hijos o no colaboran tanto como se espera de ellos. ¿Pero pone el centro los medios necesarios para esta cooperación? La escuela tiene un papel primordial para lograr que el vínculo entro los miembros de la comunidad educativa sea más estrecho.
El objetivo principal debe ser hacer sentir a los padres que son parte integrante del centro
El objetivo principal debe ser hacer sentir a los padres que son parte integrante del centro. Para conseguirlo, hay que explicarles desde el primer momento el lugar destacado que ocupan en el proceso educativo de sus hijos y la continuidad que deben dar en sus casas al trabajo que se desarrolla en la escuela. Es esencial mantener a las familias informadas sobre el proyecto académico del centro, los cambios que en él se aprueben y las actividades que se organizan durante el curso.
La escuela es responsable del desarrollo e implantación de canales de participación familiar que faciliten el contacto entre padres, docentes y dirección, más allá de las tutorías u otros encuentros formales habituales: talleres, escuela de padres, fiestas escolares o charlas de profesionales, entre otros. Es importante que estas actividades se planifiquen en horarios y fechas en los que puedan participar un mayor número de progenitores, sin que tengan que desatender sus obligaciones laborales.
Implicación de los padres y docentes
Los padres y profesores son los principales actores en el proceso de cooperación entre familia y escuela. Ambos deben mantener una actitud abierta y de participación para lograr que la comunicación sea fluida y eficaz.
Pautas para padres
Pautas para profesores