Los cuadernos de verano son un recurso empleado en vacaciones para, a través de ejercicios, afianzar lo aprendido durante el curso, mantener el hábito de estudio o reforzar los contenidos de una asignatura. Pero es necesario poner un límite. El verano es tiempo de asueto y niños y jóvenes han de disfrutar de las vacaciones. Por eso los materiales se diseñan también con este fin. Los cuadernos de Infantil son coloridos y con actividades elaboradas a menudo a modo de juegos, los cuadernos de Primaria combinan la vertiente lúdica con la formativa y los destinados a alumnos de Secundaria se enfocan, en especial, a repasar y recordar las asignaturas estudiadas durante el curso. Dos factores claves, explicados a continuación, pasan por saber cómo utilizar los cuadernos de verano y elegir los adecuados. Además, los alumnos de Educación Primaria y Secundaria cuentan con un material más, los cuadernos de trabajo.
Cuadernos de verano, cómo utilizarlos
Los cuadernos de vacaciones mantienen a los estudiantes conectados a una rutina de estudio que facilita el regreso a las aulas después de un periodo de descanso. No obstante, no deben verlos como una obligación, sino como un modo de aprovechar las semanas de vacaciones. Gracias a estos recursos, repasan lo aprendido y fijan los conocimientos adquiridos durante el resto del año.
Conviene esperar un par de semanas una vez terminado el curso para iniciar las tareas de los cuadernos de verano
La etapa escolar del niño determina el modo en que se usan estos cuadernos. No obstante, hay una recomendación común a cualquier edad: una vez terminado el curso, no conviene obligar a los hijos a empezar con estas tareas de inmediato. Se aconseja esperar dos semanas después de finalizado el año acamémico para iniciar el repaso. De este modo, el estudiante comienza las vacaciones con un periodo de descanso, sin arrastrar el cansancio acumulado durante el curso.
En cuanto al momento del día apropiado para realizar los ejercicios, siempre es preferible llevar a cabo esta tarea por las mañanas. Será la primera actividad del día para que luego los niños y jóvenes puedan acudir a la playa, a la piscina o llevar a cabo otras acciones habituales en verano. Respecto al tiempo, una hora es suficiente, siempre y cuando durante ese rato la atención se centre en las tareas que se hacen.
La psicóloga y pedagoga Rosa Serrate, autora del libro ‘Ayúdale a estudiar. Las claves del éxito escolar’, señala que el papel de los padres depende también de la edad del niño. Los más pequeños necesitan una mayor atención, mientras que a partir de Primaria los niños pueden trabajar solos, “aunque los padres revisen después el trabajo realizado o les expliquen cualquier duda”.
Marc Giner, especialista en psicopedagogía del centro Clavé Psicopedagogs, considera importante no perder los hábitos de estudio alcanzados durante el curso escolar. “Al mismo tiempo, es necesario reforzar los nuevos aprendizajes adquiridos para que en el mes de septiembre no pasen factura”, precisa. Por este motivo, además de servir para repasar, los cuadernos de vacaciones son útiles para no olvidar la rutina de trabajo.
Para Rosa Serrate, desde el punto de vista educativo, este material es preciso porque “el verano es muy largo” y, a la vuelta de las vacaciones, es posible que los estudiantes hayan olvidado lo asimilado durante el curso. No obstante, añade, “no se trata de sobrecargar al alumno, sino de afianzar lo aprendido en el año escolar”.
Elegir el cuaderno de vacaciones adecuado
Junto con las calificaciones que entregan los profesores a los padres de los alumnos al final de curso, es habitual que elaboren una lista con el material aconsejado para trabajar durante las vacaciones. La recomendación del profesor determina en buena parte la elección del cuaderno de verano, que a menudo se decide en función de la editorial de los libros de texto utilizados durante el resto del año. Así se asegura que el sistema pedagógico es el mismo, e incluso, coinciden los personajes en el caso de los cuentos infantiles.
La elección del cuaderno de verano está determinada a menudo por la recomendación del profesor
Santillana, SM, Anaya, Bruño, Algaida, Edebé, Edelvives, Everest, Teide… La mayoría de las editoriales de libros de texto tienen su correspondiente oferta para la época estival, dividida por niveles de educación.
Educación Infantil. La propuesta de vacaciones para pequeños de 2 a 5 años de Educación Infantil abarca, en la mayoría de los casos, cuadernos con fichas similares a las utilizadas durante el curso. Es frecuente que se recurra al verano como temática, para que los niños mantengan la sensación de vacaciones. De un modo ameno, se repasan los contenidos trabajados durante el año, como grafomotricidad, dibujo, números, formas o plástica.
Papel del adulto. Los niños de esta edad realizan las actividades supervisados por una persona adulta, ya sean las tareas diseñadas para que hagan de manera individual o las tareas colectivas. Algunos cuadernos animan a cocinar, realizar ejercicios de manualidades o cantar canciones con la familia. Sobre todo cuando los pequeños no saben leer, los padres son una pieza fundamental para guiarles en los ejercicios.
Educación Primaria. En esta etapa, las actividades se proponen con un enfoque lúdico y motivador, con cuadernos centrados en repasar los conceptos aprendidos. Abarcan el periodo de los 6 a los 12 años y se dividen en dos grandes grupos: los cuadernos generalistas y los específicos. Los primeros agrupan los contenidos más importantes de cada etapa en materias concretas, mientras que los segundos se centran en asignaturas como lengua o matemáticas, para reforzar las materias que plantean más dificultades a los estudiantes. Algunas editoriales incluyen como complemento un libro de lectura, cuyo contenido sirve de hilo conductor para las actividades del cuaderno de verano. El material centrado en los idiomas se complementa con un CD de audio para mejorar la comprensión.
Papel del adulto. Estos cuadernos incluyen un documento con las soluciones de los ejercicios o solucionario. De esta manera, los padres pueden comprobar con sus hijos si han realizado bien las actividades o si bien es necesario hacer alguna corrección.
Educación Secundaria. La oferta para Educación Secundaria es menor que en otras etapas y, en la mayoría de los casos, se ciñe al primer ciclo (1º y 2º de ESO). No obstante, editoriales como Almadraba o Edelvives proponen material de verano para los cuatro cursos de ESO. Los cuadernos de vacaciones se centran en materias como lengua, matemáticas e idiomas y trabajan los contenidos de cada enseñanza que se consideran esenciales para el aprendizaje de la materia. Aunque los cuadernos de esta etapa tienen un carácter menos lúdico que los de grados anteriores, algunas editoriales incluyen en sus páginas pasatiempos y juegos que motiven al estudiante.