¿Habla con el mismo nivel que los demás niños de su edad? ¿Tiene problemas de pronunciación de alguna letra? ¿Es esto tartamudez? Lo primero que debe considerar el padre, madre o educador cuando detecta en el niño algún síntoma asociado a un trastorno o un retardo del lenguaje o del habla es que un déficit de este tipo no implica necesariamente un retraso cognitivo y que puede contar con un profesional formado especialmente para corregirlo: el logopeda.
La estimulación del lenguaje por parte de los docentes es una de las bases fundamentales del programa educativo en educación infantil; por eso, durante este proceso de formación es cuando frecuentemente se puede asimismo detectar cualquier problema o trastorno, ya sea de voz, del habla o del lenguaje, que afecte al niño o niña en esta área cognitiva. Algunas veces son los profesores los primeros en detectar algún problema, pero otras son los padres o familiares más cercanos quienes dan la primera voz de alarma al observar algunos signos que hacen sospechar que algo no anda bien en el desarrollo verbal del niño. En cualquiera de los casos, lo importante es saber que la mayoría de las disfunciones del lenguaje, del habla o la voz pueden ser corregidas fácilmente si se tratan a tiempo.
Los Equipos de Atención Temprana se dirigen al alumnado de infantil de los colegios públicos y concertados
Cuando el problema es detectado por el educador, el primer paso que debe dar, previa consulta con los padres, es remitir al alumno a los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP) o a los Equipos de Atención Temprana (EAT) disponibles en su comunidad. Estos equipos, dirigidos al alumnado de infantil y primaria de los centros de educación públicos y concertados, se ocupan de identificar situaciones de riesgo o desventaja en los alumnos y de facilitar la intervención adecuada. «Cuando el tutor de un alumno detecta un trastorno del lenguaje o el habla, realiza al equipo una demanda de evaluación, después de ésta se emite un informe psicopedagógico para que sea tratado por el especialista correspondiente. Asimismo, el equipo tiene la función de asesorar y realizar un seguimiento paulatino de los progresos del niño durante la etapa escolar», explica Joaquín Chico de Guzmán, director del Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Collado Villalba.
Sin embargo, cuando son los padres los que detectan el problema pueden optar por varias alternativas. La más común es dirigirse directamente a la consulta de un especialista en estos trastornos: el logopeda; en estos casos, es aconsejable que contacten con los colegios de logopedas con los que cuentan algunas comunidades, donde les facilitarán datos de los profesionales colegiados en su ciudad. Los que opten por esta alternativa, deben tener muy en cuenta los costes que puede llegar a tener un tratamiento completo, que por supuesto dependerán en gran medida de su duración y frecuencia; según las tarifas de los honorarios establecidos por distintos colegios de logopedas, el precio de una sesión puede oscilar entre los 28 y los 40 euros, por tanto es conveniente solicitar un presupuesto previo de todo el tratamiento antes de comenzar.
Otras opciones
Los Centros de Atención Temprana ofrecen tratamiento gratuito para los niños entre 0 y 6 años
Otra opción para los padres es dirigirse a las consejerías de Familia y Asuntos Sociales de las comunidades autónomas o a los Servicios Sociales de los distintos ayuntamientos para solicitar información sobre los Centros de Atención Temprana concertados o subvencionados con los que cuentan hoy en día casi todas las ciudades españolas. Estos centros ofrecen tratamiento gratuito de logopedia a niños de edades comprendidas entre los 0 y 6 años, siempre que sean remitidos por un especialista o equipo de atención temprana que haya realizado una primera evaluación del niño. Cuando se dirijan a algunos de estos centros es conveniente informarse de si los tratamientos logopedas los realiza un Diplomado en Logopedia, pues en algunos casos la función recae en un especialista en desarrollo del lenguaje y la comunicación, con titulación de Maestro con la especialidad de Audición y Lenguaje.
Las consejerías de Salud autonómicas cuentan también con conciertos con diversos centros logopedas privados
Es posible también obtener ayudas a través de algunas instituciones públicas. Por una parte, las direcciones provinciales del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte gestionan las ayudas destinadas a colaborar en los gastos de educación de los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, entre las que se incluye la reeducación del lenguaje. Para la obtención de estas ayudas hay que reunir una serie de requisitos de renta y patrimonio familiar, aunque su cuantía máxima (752 euros) raramente cubre los costes de un tratamiento logopeda completo. Por otro lado, las consejerías de Salud autonómicas cuentan también con conciertos con diversos centros logopedas privados «aunque suelen estar bastante masificados debido a la alta demanda», tal como comenta Carmen Suria, secretaria de la Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología (AELFA).
El primer paso para desarrollar un tratamiento logopeda en un niño es la entrevista con los padres, a través de ella, el logopeda intentará detectar el posible origen del trastorno que afecta al niño, gracias a la información que puede obtener tanto sobre sus datos personales, como sobre su desarrollo en las distintas áreas: motora, lenguaje, cognición o socialización.
Posteriormente, le toca el turno al niño. El logopeda realiza una evaluación para conocer cuáles son los componentes alterados y cuáles permanecen intactos y en función de los resultados obtenidos prepara un plan de intervención o deriva el caso a otros especialistas, como el otorrinolaringólogo, el neurólogo o el psicólogo, con el fin de descartar una posible causa orgánica o cognitiva del problema. Una vez establecido el diagnóstico da comienzo la intervención logopeda, que finalizará cuando se hayan alcanzado todos los objetivos propuestos.