El Premio Nobel de Medicina de este año ha recaído en los científicos australianos Barry J. Marshall y J. Robin Warren, quienes han sido galardonados con esta distinción gracias a sus trabajos de investigación sobre la bacteria «Helicobacter pylori». Junto al reconocimiento de su labor científica, los ganadores del Nobel de Medicina recibirán 10 millones de coronas suecas, lo que se traduce en algo más de 1.070.000 euros.
Más de un año antes de la entrega del premio da comienzo la selección de los candidatos. Unos 3.000 expertos dan el nombre de un científico y la lista de nominados -entre 200 y 300- se realiza basándose en ello. A continuación, el comité -compuesto por expertos del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia)- revisa las nominaciones y manda sus recomendaciones a la Asamblea de los Nobel. Ésta última será la que decida quién o quiénes van a ser los galardonados.
Normalmente suele resultar bastante difícil que el premio se conceda a un científico la primera vez que se le nomina, según señala la propia Fundación Nobel en su página web. No obstante, se apresura a aclarar que en los más de 100 años de historia de los premios se han dado algunas excepciones a esta norma. En los últimos cuatro años, el premio ha recaído en trabajos sobre el olfato, las técnicas de imagen, la vida y muerte celular y la lucha contra el cáncer.
En los días previos a que se conociera el nombre del ganador de 2005, algunas voces recordaban que desde 1992 el Nobel de Medicina ha recaído en especialistas que ya contaban con el premio Albert Lasker. Este año, los laureados con este galardón americano han sido Ernest McCulloch y James Till, por su trabajo con células madre y embrionarias.