El Ministerio de Educación concederá 1.000 becas formativas en empresas de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Asia a recién graduados de las universidades españolas públicas y privadas. Las ayudas estarán dotadas con una mensualidad de entre 480 y 1.300 euros, en función del país de destino, y cubrirán los gastos de viaje, visado y seguro sanitario, de accidentes, responsabilidad civil y asistencia en viaje. La duración media de estas estancias laborales en el extranjero será de seis meses en Europa, siete meses en Canadá y 10 meses en Estados Unidos y en Asia.
Las becas forman parte del Programa ARGO GLOBAL, quinta fase del Programa ARGO, una iniciativa que apuesta por la movilidad profesional de los graduados españoles. La Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación Científica Aplicada y la Tecnología (FYCIT) gestionará la presente edición, financiada por Educación con 7,65 millones de euros.
Con estas ayudas, se pretende que sus beneficiarios logren una formación específica y de competencias técnicas, mejoren su capacidad profesional, adquieran destrezas y habilidades para el desarrollo de un trabajo empresarial e incrementen las posibilidades de inserción laboral. Además, con su estancia en el extranjero los graduados podrán mejorar el conocimiento de una lengua extranjera, enumeró el Director General de Política Universitaria del Ministerio de Educación, Juan José Moreno.
Según Educación, los datos de anteriores fases «demuestran las altas tasas de inserción laboral» que se registran entre los beneficiarios. Seis meses después de finalizar las prácticas, el 50% de los becarios consiguió empleo. De ellos, el 38% desarrollan su trabajo en el mismo país donde realizaron las prácticas y el 62% ha encontrado empleo en otro país.
Para solicitar una beca ARGO GLOBAL, los interesados deberán registrarse en la página web del proyecto www.becasargo.es, insertar su currículo y cumplimentar todos los datos. Los solicitantes que hayan realizado correctamente estos pasos participarán automáticamente en aquellos procesos de selección en los que las empresas demanden un perfil que se corresponda con las características del demandante, «con las máximas garantías de transparencia, objetividad e igualdad de oportunidades», señaló el Educación.
