Los jóvenes son los herederos de la riqueza cultural y natural que nos rodea. Por eso, es fundamental que tomen conciencia del valor y la importancia que tiene para todos la conservación y protección del patrimonio nacional e internacional. Para conseguirlo, diferentes organizaciones han iniciado en sus ámbitos programas de educación patrimonial orientados a desarrollar en la juventud el sentido de la responsabilidad en la salvaguarda de su patrimonio.
Conservar el patrimonio
Desde que en 1972 la organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobara la «Convención sobre la protección del Patrimonio Mundial cultural y natural», la comunidad internacional ha aunado sus esfuerzos por implicar a todo el conjunto de la población en un reto común: proteger y conservar el legado cultural y natural que forma parte del Patrimonio Mundial. Para lograr este objetivo, los diferentes organismos internacionales y nacionales responsables de la conservación del patrimonio desarrollan numerosas acciones orientadas a promover la protección de los bienes y espacios declarados de interés para toda la humanidad.
El reto común es proteger y conservar el legado cultural y natural que forma parte del Patrimonio Mundial
Conscientes de la importancia que tienen las futuras generaciones en la consecución de este reto, estos organismos inciden en la sensibilización de los más jóvenes. Por este motivo, intentan involucrarles de forma directa a través de distintos programas educativos que les acercan al legado de los países y les ayudan a comprender el valor que representa la preservación de aquello que forma parte de su identidad histórica y cultural.
El kit educativo
A nivel internacional, uno de los programas más activos y completos en materia de educación patrimonial es el «World Heritage Education Programme» (WHE). Se inició en 1994 gracias a la coordinación del Centro de Patrimonio Mundial y de la Red del Plan de Escuelas Asociadas de la UNESCO (RedPEA).
Los docentes tienen acceso a una carpeta pedagógica con propuestas para trabajar la educación patrimonial en las aulas
Desde entonces, ha generado diferentes proyectos didácticos destinados a movilizar a los jóvenes para participar de forma activa en la promoción del Patrimonio Mundial. Uno de los más destacados es la carpeta pedagógica «El Patrimonio Mundial en manos de los jóvenes», un kit de material educativo, destinado a los docentes, que se ha publicado en más de 20 lenguas y que contiene propuestas y actividades para trabajar la educación patrimonial en las aulas como tema transversal en todas las materias.
Iniciativas nacionales
En el ámbito nacional, España inició en el año 2009 el programa denominado Patrimonio Joven, una iniciativa pionera que pretende utilizar la educación y la comunicación como herramienta para fomentar la conservación del patrimonio entre los más jóvenes.
La idea es utilizar la educación como herramienta para fomentar la conservación del patrimonio
La actividad central del programa es la celebración de un foro anual sobre patrimonio en el que participan jóvenes de entre 12 y 15 años de países de América Latina, España y Portugal. A través de los sitios oficiales de estos foros, se puede acceder a toda la información y materiales que se generan en ellos y que contribuyen a transmitir a la juventud la información imprescindible sobre patrimonio.
Ciudades patrimonio
Otra iniciativa española que cumple este año ya una década es el programa «Conocer las Ciudades Patrimonio», impulsado por el grupo de las 13 Ciudades Patrimonio de la Humanidad de nuestro país. El proyecto se dirige a todos los estudiantes de secundaria de centros escolares de estas localidades y consiste en la elaboración, durante todo el curso escolar, de un trabajo de investigación y de campo sobre una de las ciudades patrimonio (diferente a la propia), para propiciar el conocimiento de la riqueza patrimonial de España.
Se pretende acercar el patrimonio a los jóvenes por medio del intercambio de ideas y conocimientos entre escuelas
La Organización de Ciudades del Patrimonio Mundial, que reúne las 238 ciudades que tienen en su territorio un sitio inscrito por la UNESCO en la lista del Patrimonio Mundial, puso en marcha en el curso 2004-2005 el programa «Jóvenes siguiendo la pista del Patrimonio Mundial». Este proyecto pretende acercar el patrimonio a los jóvenes de 12 a 17 años, por medio del intercambio de ideas, conocimientos y trabajos entre escuelas situadas en estas localidades.