El Ministerio de Educación planea emplear el mes de julio para que los alumnos con dificultades de aprendizaje tengan un refuerzo académico. Es el último anticipo que ha hecho el Gobierno sobre la reforma que prepara en el sistema de enseñanza y que se sumaría a otras novedades como la implantación de exámenes después de cada etapa o el adelanto a cuarto de la ESO de la elección entre la Formación Profesional (FP) o el Bachillerato.
«Una de las posibilidades que está sobre la mesa es que el mes de julio sea un período en el que se pueda dar refuerzo y apoyo a alumnos con problemas de rendimiento», señaló la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio. Sin embargo, aclaró que este proyecto no es «urgente» para su departamento y que hay otras cuestiones «más necesarias» que debe abordar el Ministerio.
La secretaria de Estado criticó la «rigidez» del sistema educativo en España, en el que «todos los alumnos deben seguir la misma trayectoria», y destacó que la mayor parte de los países con mejores resultados educativos disponen de «más flexibilidad». «En función de las aspiraciones y necesidades de cada alumno, se canaliza por una trayectoria u otra y se desarrolla todo su potencial», añadió Gomendio. Destacó que el proyecto de examinar a los alumnos después de Primaria, Secundaria y Bachillerato, como planea el Gobierno, ya se hace en otros países con el fin de fijar los objetivo de conocimientos que se espera de los escolares al final de cada etapa. «Padres, alumnos y profesores saben cuál es nivel que se exige y tienen una corresponsabilidad para que los estudiantes lleguen con una buena formación a la evaluación final de cada ciclo», expuso.
Gomendio insistió, como ya hiciera hace unos días el ministro de Educación, en que la Selectividad tiene una exigencia muy baja -la supera más del 90% de los aspirantes- y, por tanto, «no es un filtro real» para acceder a los estudios universitarios. Wert anunció la pasada semana que el examen que se haga tras el Bachillerato sustituirá a la actual Selectividad y que cada facultad podría realizar sus procesos de admisión. «Dependerá de las universidades, del modelo que quieran implementar, pueden exigir una nota en esa reválida o calificaciones específicas en asignaturas concretas que consideren más importantes o cualquier otro tipo de selección, como una entrevistas personal», apuntó.
La número dos del Ministerio destacó que el profesorado «es la clave de toda la reforma educativa» y que tener «un buen nivel de profesores es fundamental» para el rendimiento escolar. «Los docentes trabajan en un momento difícil, y están desmotivados y eso se traslada a los alumnos», advirtió. La secretaria de Estado de Educación subrayó que lo que se necesita es que los escolares mejoren los resultados y que, para ello, los maestros deben motivarse y «trasmitir a los estudiantes ese nivel de exigencia».