Los videojuegos ayudan a ejercitar la visión y permiten desarrollar una mayor agilidad y destreza visual, aunque debe hacerse con cuidado, asegura la doctora en Optometría y directora del Centro de Optometría Internacional (COI), Marisol García Rubio.
El COI, dentro de la unidad de terapia visual, lleva a cabo tratamientos con la aplicación de videojuegos para niños que tienen problemas de aprendizaje. «Hemos comprobado que los niños que hacen terapia con estos videojuegos evolucionan mucho más rápido y con más interés que con terapias tradicionales», señala García Rubio, que ha preparado un estudio sobre el tema para ExpoOptica, que se celebrará del 4 al 6 de marzo en la Feria de Madrid.
No obstante, esta experta reconoce que este tipo de entretenimiento puede causar algunos efectos perjudiciales, como tensión ocular, fatiga visual o dolor de cabeza. «El factor tiempo es una de las claves para paliar los posibles efectos negativos de este tipo de juegos», subraya. En este sentido, indica que «cuanta más edad, más tiempo» se puede estar ante la pantalla, y recomienda poner al lado de los niños un reloj que suene transcurrida media hora y se queden 10 minutos sin jugar para descansar la vista. Si tras ese tiempo se comprueba que el niño no tiene los ojos rojos ni ninguna otra anomalía, se puede seguir, «como máximo», otra media hora.
La distancia recomendada para el uso de los videojuegos de mano es en torno a los 30 o 40 centímetros. Si se juega delante de un televisor o de una pantalla de ordenador, García Rubio recomienda alejarse «todo lo que permite el cable de los mandos».