El creador de la oveja «Dolly», el primer mamífero clonado de la historia, recibió ayer del Gobierno británico la autorización para clonar embriones humanos, procedimiento que piensa utilizar en su proyecto de investigación sobre enfermedades neurológicas.
Ian Wilmut, profesor del Instituto Roslin de Edimburgo y del King’s College de Londres, afirmó, tras recibir el visto bueno de la Autoridad para la Fertilización y la Embriología Humanas del Gobierno británico, que sus experimentos tienen sólo fines terapéuticos. «Esto no tiene nada que ver con la clonación reproductiva», aseguró desde Edimburgo (Escocia) el investigador, quien expresó su esperanza de que sus experimentos en este campo permitan avanzar en los tratamientos de enfermedades degenerativas.
Wilmut -que solicitó el permiso en cuestión el pasado mes de septiembre- se convierte así en el segundo investigador que obtiene una autorización para clonar embriones humanos en Gran Bretaña. En agosto de 2004, la Autoridad de Embriología y Fertilización autorizó al equipo del profesor Miodrag Stojkovic, del Instituto de Genética Humana de la Universidad de Newcastle (norte de Inglaterra), llevar a cabo experimentos para clonar embriones humanos. El objetivo de esa investigación era hacer crecer embriones para que se convirtieran en tejidos que pudieran ser utilizados para tratar zonas del cuerpo dañadas por enfermedades como el Parkinson.
En cambio, la meta de Wilmut y su equipo es extraer las células madre de pacientes con enfermedades degenerativas e implantarlas en óvulos no fertilizados, creando así embriones clonados. Después, el equipo tomará células de esos embriones para desarrollar motoneuronas, que son las encargadas de transmitir mensajes eléctricos del cerebro y la médula espinal a los músculos.
La nueva autorización del Ejecutivo británico ha provocado las críticas de organizaciones que se oponen a esos ensayos. Los detractores están persuadidos de que Gran Bretaña se acerca cada vez más a la autorización para clonar seres humanos.