Un investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), Antonio Claret, ha resuelto el problema de medir la temperatura de las estrellas achatadas, con lo que demuestra que el sistema empleado hasta ahora -el teorema de von Zeipel- registra «graves desviaciones» y debe incluirse en un modelo más amplio.
La mayoría de las estrellas, debido a la rotación y a su carácter gaseoso, muestran cierto achatamiento en los polos. Pero algunas rotan casi a la velocidad de ruptura -un límite de velocidad que, de superarse, provocaría que la estrella literalmente se rompiera-, lo que causa que su forma sea claramente oblonga. Esta situación hace que medir su temperatura no sea un trabajo fácil.
Hasta ahora se ha utilizado el teorema que, en 1924, presentó el astrofísico sueco Edvard Hugo von Zeipel, con el que demostraba teóricamente que para estrellas achatadas calientes (con temperaturas de más de 8.000 grados) la temperatura es proporcional a la gravedad local. De este modo, introducía el concepto «oscurecimiento por gravedad», que provoca que en una estrella achatada la temperatura en los polos sea mayor que en el ecuador. Claret ha indicado que «el valor que von Zeipel asignó al oscurecimiento por gravedad ha sido muy discutido teóricamente y, recientemente, se han publicado trabajos observacionales que desvelan desviaciones importantes».
El autor ha señalado que la aplicación de un exponente de oscurecimiento por gravedad erróneo supone una determinación defectuosa de la termodinámica de la estrella, que a su vez implica la obtención de valores de luminosidad, masa y edad equivocados. A partir de casos de estrellas muy deformadas y gracias al empleo de ecuaciones de transporte de energía más elaboradas, Claret ha demostrado las limitaciones del teorema de von Zeipel, al tiempo que ha conciliado los nuevos valores teóricos con los observacionales.
Con este nuevo formalismo, puede conocerse el oscurecimiento por gravedad desde el interior hasta la atmósfera de las estrellas, y de él se deriva una conclusión importante. «El teorema de von Zeipel solo es aplicable a las regiones más profundas de la estrella y es un caso particular del nuevo modelo», ha apuntado Claret. Sin embargo, lo que los astrofísicos observan son necesariamente las capas más externas, de modo que este nuevo modelo constituye la alternativa correcta para determinar los parámetros esenciales de la estrella con precisión. «Von Zeipel no se equivocó, sino que desarrolló un modelo que debía completarse. Fallaba en las capas externas y tampoco era aplicable a estrellas frías, lo que se ha resuelto con este nuevo modelo teórico», ha concluido Claret.