El nuevo curso escolar que en breve comenzará supondrá el fin de la promoción automática y establecerá un sistema de calificación «opaco» para conocer la situación del alumno, según la ministra de Educación, Cultura y Deportes, Pilar del Castillo, que ayer explicó las novedades que introduce la Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza a partir de este curso.
Del Castillo adelantó que la comunidad educativa va a notar la reforma en la «vuelta al cole» este año en varios aspectos. Por una parte -dijo- se introduce un sistema de mayor transparencia sobre la situación real del alumno. «Hasta ahora se utilizan conceptos opacos como «necesita mejorar» o «progresa adecuadamente» que no dan idea precisa a los padres de si el alumno va bien o mal, y crean problemas a los profesores para dar su evaluación. Con la nueva ley, se volverán a utilizar las notas tradicionales -aprobado y suspenso, sobresaliente, notable- y las calificaciones numéricas, que es algo que conoce todo el mundo», señaló.
La aplicación de la reforma será también inmediata al suprimir la promoción automática, que permitía pasar de curso en ESO con todo suspendido. Con dos o más asignaturas, los alumnos tendrán que repetir curso, y esto es importante porque va ligado al valor del esfuerzo por aprender. «Si un alumno puede pasar automáticamente, sin haber superado los objetivos -opina la ministra- se crea una idea deformada, un espejismo, y provoca en el alumno carencias enormes, que a los 16 años resultan muy difíciles de suplir. Por eso es muy importante vincular el esfuerzo por estudiar con la consecuencia de que se sigue adelante».
Autonomías y religión
La ministra, que expresó su deseo de que en el desarrollo de la ley la Administración central y los gobiernos autonómicos respeten mutuamente sus ámbitos de competencia, declaró además, en el ámbito de la educación infantil, que resulta prioritario extender la oferta de plazas al cien por cien de la demanda antes que extender su gratuidad.
Respecto a la homologación de la Religión y su alternativa al resto de asignaturas -que rige tanto para la nota media como para acceder a la universidad-, Del Castillo precisó que no se ha contemplado que cuente también para obtener beca, con el objetivo de evitar «equívocos y utilizaciones demagógicas». «Nos ha parecido mas prudente y sensato no introducir ese concepto también ahora», indicó.
La ministra defendió la mejora que representa dar la opción a los alumnos que no cursen Religión, de estudiar una asignatura sobre sociedad, cultura y religión, y conocer la relación entre estos tres aspectos en la historia, y el impacto de la religión en el desarrollo de la política, las artes, la economía, y además la historia de los grandes cultos.
Por último, en el ámbito universitario, Del Castillo destacó el trabajo que desarrolla actualmente su departamento para perfilar los decretos que permitirán el desarrollo de las futuras titulaciones acordes con la convergencia europea en enseñanza superior, cuyo horizonte es el año 2010. Los decretos que servirán de base a las futuras titulaciones universitarias se aprobarán a fin de año o principios de 2004.