Los gigantescos planetas extrasolares descubiertos hasta la fecha han sorprendido a los astrónomos y obligarán a revisar las teorías en este campo, pues, al contrario de lo que se pensaba, están próximos a su estrella y tienen órbitas muy excéntricas, que son más propias de los cometas.
Así lo indicó el astrofísico Álvaro Giménez, que dirige el Departamento de Investigación y Apoyo Científico de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Holanda, y que ayer impartió una conferencia sobre este asunto dentro de los actos organizados con motivo de la XVI Escuela de Invierno del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Giménez subrayó que desde que en 1995 comenzaron a detectarse planetas extrasolares, las teorías existentes sobre este asunto «no funcionan», ya que «lo lógico» sería que estos cuerpos tuviesen órbitas circulares y no estuviesen tan cercanos a su estrella, pues son gigantes y tienen una estructura gaseosa.
«Algo está pasando para que no veamos sistemas planetarios» que funcionan como el Solar, cuyos planetas tienen una órbita estable, mientras que en el caso de los extrasolares descubiertos, en vez de tardar once años en orbitar alrededor de la estrella, como sucede con Júpiter, lo hacen en una semana «y esto no lo entendemos».
Los astrónomos sospechan que estos planetas gigantes se formaron «muy lejos» y por alguna razón «migraron» y movieron su órbita, lo que les fue acercando a la estrella y algunos «cayeron» sobre ella, y al trasladarse «ganaron excentricidad, por lo que tienen una órbita más parecida a la de un cometa que a la de un planeta». «Lo que se ha descubierto hasta ahora nos ha sorprendido porque los planetas no son nada parecidos a lo que esperábamos encontrar y son todos raros, gigantes, con mucha masa y órbita excéntrica», insistió el científico.
Desde un punto de vista físico es muy importante el estudio de los planetas gigantes, añadió Giménez, ya que ayudarán a esclarecer el origen de los sistemas planetarios. El experto destacó que los planetas gigantes «dominan» en los procesos de formación al ser los más masivos, y detalló que la mayor cantidad de su masa se sitúa en el disco primigenio protoplanetario, al tiempo que mantienen el gas. Por el contrario, en los planetas similares a la Tierra la masa original está situada en su núcleo y han perdido el gas, que elimina el viento solar.
No obstante, los astrónomos perfeccionan los métodos de detección de estos planetas extrasolares con el objetivo de localizar cuerpos parecidos a la Tierra y determinar si son más calientes, tienen atmósfera, cómo es su órbita y si presentan condiciones para ser «habitables».