Aunque la evolución del nivel de formación de la población española ha sido realmente favorable en la última década, todavía está muy por debajo de los indicadores europeos. Así lo refleja el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), “Education at a Glance 2008”. Mientras que la Educación Superior (Universidad y Formación Profesional de Grado Superior) sigue ganando adeptos en nuestro país, la Formación Profesional de Grado Medio continúa siendo la hermana pobre del sistema educativo español.
Imagen: Mike Slichenmyer
Desde el año 1992, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publica anualmente el informe denominado «Education at a Glance», que recoge los indicadores de educación cuantitativos y cualitativos más significativos de los 30 países de la OCDE y otros seis estados más. Estos indicadores permiten hacer un análisis comparativo de los diferentes sistemas educativos, así como valorar la evolución de cada uno de ellos a lo largo del tiempo. En España, el Instituto de Evaluación del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte es el encargado de la coordinación nacional de este proyecto y de elaborar el informe que recoge los datos más relevantes de nuestro país; el último, Panorama de la Educación 2008, cuyos datos corresponden al curso 2005-2006.
La información que ofrece Panorama de la educación 2008 proporciona una amplia visión sobre la evolución del nivel educativo de los españoles en los últimos años y su situación respecto al resto de países pertenecientes a la OCDE y a los estados de la Unión Europea. Estas son las principales conclusiones del informe.
Nivel de formación de la población adulta
El nivel educativo de la población adulta aún se mantiene por debajo de la media de los países europeos
El nivel educativo de la población adulta (25-64 años) en España aún se mantiene por debajo de la media de los países de la OCDE y de Europa. El dato más relevante es que el 50% de la población en España tan sólo ha completado como máximo la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), un porcentaje muy superior a la media de la OCDE y la europea (31%), tan sólo superada por Portugal (72%) y México (78%). Algo similar ocurre en la Educación Secundaria Postobligatoria (Bachillerato o Formación Profesional de Grado Medio). Mientras que la media europea que ha completado estos estudios se sitúa en el 45%, en España únicamente un 21% de la población ha superado este nivel educativo. Contrariamente, los datos sobre Educación Superior en nuestro país son positivos, la población española que completa estudios universitarios o de FP de Grado Superior (28%) es sensiblemente superior a la media de la OCDE (27%) y de la Unión Europea (24%), aunque esto es debido sobre todo al elevado porcentaje de población que en otros países atiende a la Formación Profesional de Grado Medio, incorporándose posteriormente al mercado laboral.
Sin embargo, la evolución de la participación en el sistema educativo de la población española ha sido favorable, puesto que comparando por tramos de edad, el porcentaje de la población de 55 a 64 años que ha alcanzado al menos la segunda etapa de la Educación Secundaria (Bachillerato o FP de Grado Medio) es únicamente del 27%, mientras que en el caso de la población de 25 a 35 años este indicador alcanza el 64%. Aunque este dato es positivo únicamente si lo consideramos de forma aislada, ya que si comparamos con el resto de países, se comprueba que el nivel en este tramo de edad está aún por debajo de la media, tanto de los países de la OCDE (78%) como de los países de la Unión Europea (79%), entre los que destacan Suecia (91%) o Finlandia (90%).
La Educación Secundaria Postobligatoria
Es destacable el bajo índice de estudiantes españoles que se gradúan en programas de Formación Profesional de Grado Medio
Si en el año 2004 tan sólo el 66% de los alumnos lograba obtener un título de Educación Secundaria Postobligatoria (Bachillerato o FP de Grado Medio) en el 2006 esta cifra alcanza el 72%, un notable avance en tan sólo dos años, aunque todavía lejos de la media de graduados en este nivel educativo de la OCDE (83%) y aún más de los países de la Unión Europea (86%). Entre este 72% de graduados hay dos hechos destacables; el primero es la gran diferencia si atendemos al género del estudiante, ya que el porcentaje de mujeres que se gradúan en Educación Secundaria postobligatoria es muy superior al de los hombres, un 80% frente a un 64%; el segundo dato destacable es el bajo índice de estudiantes españoles que se gradúan en programas de Formación Profesional de Grado Medio, tan sólo un 35%, mientras que en la Unión Europea, este tipo de formación es incluso mayoritaria que la de Bachillerato (51%), alcanzando en algunos países cotas elevadísimas como en Finlandia (88%), Italia (69%) o los Países Bajos (66%).
La Educación Superior
La Educación Superior en nuestro país ha sido probablemente la que ha experimentado una evolución más favorable
En los últimos diez años la Educación Superior en nuestro país ha sido probablemente la que ha experimentado una evolución más favorable, tanto en lo referido a la formación universitaria, donde la tasa de graduados ha aumentado de un 24% a un 33%, muy cerca de la media europea (35%), como en Formación Profesional de Grado Superior, que en este periodo ha pasado de tener únicamente un 2% de graduados a alcanzar la cifra del 15%, lo que sitúa a España en esta formación superior seis puntos por encima de la OCDE (9%) y siete puntos sobre los países de la Unión Europea (8%).
Es destacable asimismo, en la Educación Superior, la importante diferencia entre graduados del sexo femenino y el masculino: mientras que la tasa de hombres que se gradúan en una universidad es del 25,5%, la de mujeres se eleva al 40,8%. Igualmente sucede en la Formación Profesional de Grado Superior, donde las mujeres graduadas (16%) superan a los hombres (13%).
Una de las variables que la OCDE analiza dentro de su informe “Education at a Glance 2008” es la relación vigente entre la tasa de empleo de los países estudiados y el nivel de formación de su población. La conclusión más evidente es que tanto en España como en el conjunto de los países de la OCDE un mayor nivel de formación significa un porcentaje más bajo de desempleo y un sueldo más elevado.
En el caso concreto de España las diferencias son sustanciales; entre la población masculina de 25 a 64 años hay una diferencia de hasta 20 puntos dependiendo del nivel educativo alcanzado, de este modo, la tasa de empleo de los hombres que tengan únicamente estudios primarios es del 69% mientras que la de los que cuentan con un título universitario se eleva al 88%. El indicador para la población femenina es aún más variable, la tasa de empleo de mujeres con estudios primarios es de tan sólo un 32% y, sin embargo, la de aquéllas que han alcanzado una formación universitaria es del 80%.