La enseñanza tradicional en España está cada vez más amenazada por el crecimiento de la «cibereducación», según un informe del Observatorio Español de Internet (OEI). Más de 220.000 ciudadanos optaron el año pasado por estudiar a distancia vía telemática y en este curso académico se estima que habrá más de 300.000 alumnos virtuales. De ellos, 170.000 estudiantes se matricularán en varias asignaturas para cursar alguna carrera universitaria, una cifra que aumenta entre un 15 y un 20 por ciento cada año. Las carreras más solicitadas por estos estudiantes son Derecho y Psicología.
«Uno de cada diez universitarios españoles ya no es presencial y ha cambiado el pupitre por el ordenador», aseguró el presidente del OEI, Francisco Canals. Casi todas las universidades de España disponen ya de su propio modelo de «campus virtual» donde se desarrollan y se transmiten conocimientos a través de la Red e incluso en algunas, como la Universidad Oberta de Cataluña (UOC), sólo se pueden ya cursar estudios vía telemática. La UOC, creada en 1995, cuenta en la actualidad con 11.000 estudiantes.
Canals apuntó que este incremento espectacular de alumnos virtuales está afectando también a la enseñanza obligatoria, donde este año más de 48.000 alumnos seguirán sus cursos de Secundaria y Bachillerato a través de Internet.
Entre las ventajas del aprendizaje telemático, el Observatorio destaca la posibilidad de actualizar las materias continuamente, la adaptación del curso al ritmo del alumno y el acceso a la formación a todos los interesados. La enseñanza por Internet cuenta también con inconvenientes, como la falta del contacto humano que se da en la educación presencial y la ausencia de presión, lo que puede originar una falta de dedicación y disciplina a la hora de estudiar.
Los jóvenes que utilizan la Red para aprender suelen compaginar sus estudios con sus precoces carreras deportivas o musicales, sufren una enfermedad o una incapacidad física, están aislados geográficamente o se encuentran privados de libertad. En este apartado, Canals destacó que Internet «abre las puertas del conocimiento a los encarcelados», una experiencia que ya se está realizando en la prisión de Can Brians, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). Los reclusos de este centro penitenciario ya pueden estudiar una carrera universitaria a través de una intranet gestionada por la UOC y si el sistema funciona se extenderá a otras prisiones catalanas.
Otro gran colectivo de «ciberestudiantes», según el informe del OEI, es el que estudia idiomas extranjeros desde el ordenador de su casa. «El último año más de 56.000 alumnos decidieron aprender inglés de manera no presencial», afirmó Canals tras resaltar el éxito del programa «That´s English». Una iniciativa pedagógica para aprender la lengua inglesa a distancia, sin la ayuda de la Red, que impulsaron diversos entes públicos, la Escuela Oficial de Idiomas y Televisión Española. La oferta de idiomas, según Canals, no está «suficientemente» representada en el sector de la enseñanza por Internet.
Según el estudio del OEI, existen más de 200 portales españoles que están especializados «en ofrecer multitud de pequeños cursos «on line», en forma de cápsulas para que sus contenidos puedan ser asimilados en un periodo de tiempo muy corto». En muchas ocasiones, añadió, este servicio se realiza por suscripción y en otras llega a ser gratuito, a modo de pequeños «downloads» o descargas gratuitas. Un hecho que, según Canals, dificulta aún más, el cálculo del número de usuarios que utilizan estos servicios.
Entre los más de doscientos portales especializados en enseñanza, en el informe del OEI se destaca «como ejemplos brillantes de aprendizaje a distancia con Internet» a la academia MIR (www.intermir.com) y a la empresa especializada en oposiciones (www.oposicion.com). No obstante, Canals alertó que en el sector también existen «fraudes», especialmente en el ámbito de la medicina alternativa, donde se ofrece un gran número de titulaciones no homologadas que luego no tienen validez académica ni profesional.
Para evitar posibles engaños en la Red, el OEI recomienda a los alumnos que investiguen «quién está detrás de la web», que paguen con tarjeta de crédito para tener más opciones de recuperar su dinero y elijan cursos con tutorías y teléfono de consultas en paralelo a la conexión por Internet.