Mañana, miércoles, el Sol, la Luna y la Tierra se alinearán por este orden en el espacio, en un espectáculo que, aunque en algunas zonas se percibirá como un eclipse total, en España se verá de forma parcial. En Madrid, la sombra lunar cubrirá un 24,7% de la superficie del disco solar, un porcentaje menor que, por ejemplo, en Zaragoza, Valencia, Málaga o Barcelona, ciudad esta última en la que la zona eclipsada por la Luna alcanzará un 32,5%.
El eclipse total de Sol se produce aproximadamente cada seis meses, cuando el astro rey, que es 400 veces más grande que la Luna, se sitúa 400 veces más alejado de la Tierra que el satélite, con lo que éste cubre completamente el disco solar.
Este fenómeno será más visible en las zonas del planeta cercanas a la «línea de totalidad», que es el lugar donde la sombra proyectada por la Luna intercepta con la superficie terrestre. España se encuentra en el cono de penumbra, por lo que se podrá observar mejor el eclipse en las zonas más próximas a la franja de totalidad, como, por ejemplo, el Levante.
La franja de 200 kilómetros en la que se observa la totalidad del eclipse se verá por primera vez en Brasil a las 10:36, hora peninsular española, y a continuación avanzará de oeste a este y atravesará el Atlántico y el norte de África para finalizar en Asia central, exactamente al norte de Mongolia, a las 13:48.
Los expertos recuerdan que para presenciar el fenómeno es imprescindible utilizar medidas de protección como «gafas de eclipse» o filtros solares especiales, para aquellos que lo vean con prismáticos o telescopios.
Por Internet
La Agencia Espacial de EE.UU. (NASA) emitirá el acontecimiento astronómico en directo a través de su página web (www.nasa.gov). La retransmisión comenzará a las 10:55 GMT del miércoles, es decir, a las 12:55 en España.
Por su parte, astrónomos de la Universidad de Barcelona (UB) emitirán imágenes vía satélite del eclipse desde la población de As Sallum, en Egipto. Estas imágenes se podrán seguir en directo desde el portal Serviastro del Departamento de Astronomía y Meteorología de la UB.
El fenómeno dará además la oportunidad a científicos de EE.UU. y de Libia de trabajar juntos para estudiar la corona solar. Su objetivo es descubrir por qué esa corona tiene una temperatura de entre 500.000 y un millón de grados centígrados, y la de la superficie es poco más de 5.500.