Con el nombre en latín “Schola Europaea” se conocen las 14 Escuelas Europeas que se reparten por siete países de la Unión Europea, una de ellas en España. Estos centros educativos públicos permiten que los hijos de los trabajadores que desempeñan su labor en los organismos comunitarios cursen la enseñanza obligatoria fuera de sus países en la lengua materna. Dentro de los límites que establece cada centro, también son admitidos en las escuelas otros alumnos.
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Lo que comenzó en 1953 como una iniciativa particular de funcionarios de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) se ha convertido hoy en día en un modelo educativo para tratar la diversidad lingüística en las aulas. Ese año fue el del nacimiento de la primera Escuela Europea en Luxemburgo, una institución que en la actualidad se encuentra en siete países miembros. Más de 21.600 alumnos de 11 nacionalidades reciben enseñanzas en los 14 centros que funcionan en el 2009.
La disponibilidad de plazas en algunas de las escuelas permite que se puedan admitir otros alumnos ajenos al personal comunitario
Las Escuelas Europeas se constituyen como centros de enseñanza oficiales que son controlados de forma conjunta por los gobiernos de los Estados miembros. El principio fundamental es proporcionar una educación común de calidad a los hijos del personal funcionario de los organismos e instituciones comunitarias que deben desplazarse de sus países de origen para desarrollar su trabajo. Su estatuto jurídico las equivale a un centro educativo público, de modo que las enseñanzas impartidas en ellos son gratuitas para este perfil de estudiantes. En muchos casos, la disponibilidad de plazas en algunas de las escuelas permite que se puedan admitir otros alumnos ajenos al personal comunitario, aunque en este caso deben abonar una matrícula para cursar los estudios.
Uno los principales obstáculos que encuentran estos estudiantes es adaptarse al aprendizaje en una lengua distinta a la materna. Por esta razón, las Escuelas Europeas se caracterizan por impartir las enseñanzas en los diferentes idiomas oficiales de la UE. El currículum es común para todos, pero los cursos se organizan en secciones lingüísticas. De este modo, los alumnos reciben las clases principales en su idioma originario, aunque también se realiza un particular esfuerzo en los centros para que adquieran profundos conocimientos de otras lenguas.
Organización de las enseñanzas
Las enseñanzas de las Escuelas Europeas se organizaron considerando las similitudes y características de los sistemas educativos de los países miembros de la Unión. Se estructura en tres niveles: preescolar (4 y 5 años), primaria (5 cursos de 6 a 10 años) y secundaria (7 cursos de 11 a 17 años). En la última etapa, el 6º y 7º año conforman una unidad cuya superación conduce a la obtención del Bachillerato Europeo. Los planes de estudio y los programas de los cursos son iguales en todas las secciones lingüísticas. Durante primaria el alumno tiene como lengua vehicular la materna; ya en secundaria, parte de las materias se imparten en un segundo idioma (inglés, francés o alemán) y el estudiante se puede iniciar en una tercera y cuarta lenguas suplementarias.
Para obtener el Bachillerato Europeo es necesario superar un examen
Todos los cursos aprobados en las Escuelas Europeas o los diplomas o certificados que se obtengan en ellas tienen validez en todos los países miembros y equivalencia con los respectivos niveles de enseñanza. Esto permite que la reincorporación de un estudiante al sistema educativo de origen pueda realizarse de forma directa, sin necesidad de ningún tipo de convalidaciones.
El Bachillerato Europeo
Además de recibir una educación en un entorno multicultural y multilingüe, otra de las grandes ventajas con las que cuenta un estudiante de la Escuela Europea es que al finalizar sus estudios pueden obtener el título de Bachillerato Europeo. Este certificado equivale a todos los efectos a la posesión del titulo o diploma que se concede en el país de origen del alumno al concluir los estudios secundarios. Por otra parte, el Bachillerato Europeo permite acceder a los estudios superiores en cualquier universidad de la Unión, sin necesidad de realizar ninguna prueba o examen previo.
Para obtener el Bachillerato Europeo es necesario superar un examen. La prueba incluye los contenidos de las asignaturas recibidas por el alumno en el 6º y 7º curso de secundaria. Consta de cinco ejercicios escritos (36% de la nota) y cuatro orales (24%); el 40% restante de la nota se evalúa en función del trabajo, la participación y los exámenes realizados durante el último curso.
La única Escuela Europea en España está localizada en Alicante. Este centro se inauguró en el año 2002 para acoger a los hijos de los empleados de la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI) de la Unión Europea. Con más de 1.000 alumnos, este centro cuenta en la actualidad con cuatro secciones lingüísticas: español, francés, inglés y alemán. Sin embargo, a sus aulas también acuden estudiantes con lenguas maternas distintas a éstas, como italianos, húngaros, polacos o suecos, entre otras nacionalidades.