Recuperación del patrimonio artístico, histórico o cultural o rehabilitación de entornos urbanos y del medio ambiente son algunas de las áreas principales en las que se enmarcan los programas mixtos de empleo y formación que se desarrollan en las Escuelas Taller y Casas de Oficios. Desde hace 25 años, estos proyectos funcionan como una eficaz medida de inserción laboral para jóvenes desempleados menores de 25 años. Ofrecen un periodo formativo teórico de seis meses de duración y experiencia laboral directa mediante un contrato de trabajo de entre 6 y 18 meses.
Imagen: Seattle Municipal Archives
El programa de Casas de Oficios y Escuelas Taller del Instituto Nacional de Empleo (INEM) – ahora SEPE- se creó en 1985 con un objetivo prioritario: facilitar la inserción laboral de jóvenes desempleados con bajo nivel de formación. Después de 25 años de desarrollo, se puede afirmar que lo ha conseguido. Tal como recoge el último informe de inserción laboral elaborado por esta institución, el 77,2% de los alumnos que participan en estos proyectos consigue acceder a un empleo después de finalizarlos. ¿Por qué han tenido éxito estos programas? La respuesta está en que han logrado integrar en un solo proyecto tres aspectos fundamentales: formación, experiencia laboral e información sobre técnicas de búsqueda de empleo y autoempleo para montar un negocio propio.
El perfil general de los participantes se caracteriza por una mayor presencia de género masculino (70%)
En la actualidad, en nuestro país hay 882 Escuelas Taller y 161 Casas de Oficios, con cerca de 30.000 alumnos. El perfil general de los participantes se caracteriza por una mayor presencia de género masculino (70%) y un nivel de formación escaso (el 52% carece de estudios y el 40% cuenta con la titulación básica de Graduado Escolar). En cuanto a las especialidades, aunque en el último periodo se formó en 22 familias profesionales, las mayoritarias en ambos casos son Edificación y Obras Públicas, Agrarias y Servicios a la Comunidad y Personales.
Cómo funcionan
Los programas de Escuelas Taller y Casas de Oficios se dirigen a jóvenes de entre 16 y 25 años que se encuentren en situación de desempleo, ya sea por falta de cualificación profesional o de experiencia. Es necesario estar inscrito en la oficina de empleo correspondiente, ya que el aspirante solicita su participación a través de ésta.
Los promueven y gestionan organizaciones autonómicas, provinciales o locales y entidades sin ánimo de lucro, como corporaciones, asociaciones o fundaciones. La dirección recae en el INEM. Este organismo establece la normativa y los procedimientos de funcionamiento, aprueba los proyectos y aporta las subvenciones necesarias para que se lleven a cabo.
Se alterna el aprendizaje y la cualificación con un trabajo productivo en diferentes actividades de utilidad pública o social
Ambos programas tienen carácter temporal. Las Escuelas Taller tienen una duración máxima de dos años y las Casas de Oficios, de uno. En este tiempo, se alterna el aprendizaje y la cualificación con un trabajo productivo en diferentes actividades de utilidad pública o social. Pueden estar relacionadas con la recuperación o promoción del patrimonio artístico, histórico, cultural o natural, con la rehabilitación de entornos urbanos o del medio ambiente o con la recuperación o creación de infraestructuras públicas, entre otras áreas.
Etapas del programa
Los proyectos de las Escuelas Taller y de las Casas de Oficios constan de dos etapas diferenciadas:
Qué obtiene el alumno
El alumno recibe un salario equivalente al 75% del salario mínimo interprofesional anual establecido
En las dos etapas del programa el alumno cuenta con una remuneración. En la primera, obtiene una ayuda económica en forma de beca que ronda seis euros diarios; en la segunda, al suscribir un contrato con la entidad promotora, recibe un salario equivalente al 75% del salario mínimo interprofesional anual establecido y la parte proporcional de dos pagas extraordinarias, durante los meses que dure la fase de formación en alternancia con el trabajo.
Pero además de esta ayuda económica, lo más importante que obtiene el alumno que accede a estos programas es una cualificación profesional en una ocupación que le capacita para obtener un empleo en el mercado de trabajo. Esta cualificación la pueden acreditar por medio del certificado que expide a los alumnos la entidad promotora del programa, en el que constan los módulos formativos y prácticos realizados.