La preparación de un Año Polar Internacional (API), el de 2007-2008, cuenta por primera vez con la participación de medios e instalaciones españolas. Este evento, que se celebra aproximadamente cada 50 años, congrega a científicos de más de 40 países que están realizando más de 850 estudios sobre el comportamiento de los polos para presentarlos y debatirlos en 2007.
El API 2007-2008, que está organizado por varias instituciones internacionales como la UNESCO, gira sobre cinco grandes asuntos: la situación del medio ambiente polar; la cuantificación y estudio de su presente y pasado; la interconexión de las zonas polares con el sistema global del planeta; la investigación en las fronteras de la ciencia polar, y el mantenimiento de observatorios.
«El objetivo principal es poder avanzar en el conocimiento y comprensión de la conexión de los fenómenos polares con el sistema terrestre», señala Manuel Catalán, secretario técnico del Comité Polar Español, quien recuerda que hasta enero está abierto el plazo de recepción de propuestas de estudios.
Uno de los grupos españoles que ya ha aportado un proyecto es la Universidad de Cádiz, que estudiará el efecto sobre los flujos de calor entre el océano austral y los trópicos que afectan a procesos situados en la base del equilibrio climático mundial.
El turismo será también un asunto de debate porque en la pasada campaña austral visitaron la Antártida «aproximadamente 24.000 personas», un impacto «difícil de soportar», afirma Catalán. Esta cantidad de gente centrada en unos pocos lugares puede tener un efecto «serio» sobre el medio ambiente que el Tratado Antártico está actualmente estudiando y regulando, añade.
El Año Polar dará lugar a nuevos tratados y acuerdos de cooperación internacionales, incluyendo la modernización de las instalaciones polares y su permanencia para poder conocer la evolución del planeta y el estudio del cambio climático.