Predecir la actividad de un volcán con la precisión de un reloj es el objetivo que persiguen los once científicos y cinco militares españoles que este año inician la «Campaña Antártica», un programa que vienen desarrollando desde hace quince años las Fuerzas Armadas e investigadores civiles durante el verano austral. En esta ocasión hay una gran novedad: aparte de las dos bases españolas que ya existen -«Juan Carlos I», en la isla Livingston, y «Gabriel de Castilla», en la isla Decepción-, los miembros del Ejército de Tierra levantarán el primer laboratorio, con logística y tecnología española, en el mismo corazón de la Antártida, concretamente en la zona continental de Caleta Cierva.
Se trata de un campamento temporal, formado por tres módulos en forma de iglú, construidos en fibra de vidrio y bien aislados. Cada uno con 46 metros cuadrados y con capacidad para diez personas. Un laboratorio móvil que durante un mes «garantizará una seguridad plena a todo el equipo, ya que en la Antártida se trabaja y vive en condiciones muy difíciles. Además del hielo y las bajas temperaturas, se producen vientos de hasta 200 kilómetros por hora», explica el comandante de Estado Mayor, Jesús Peñas. «La ventaja -añade- de montar y desmontar el campamento reside en que, así, se perjudica menos al ecosistema, más aún en un continente virgen».
El proyecto científico, denominado «Obgeon», se desarrollará desde el 10 de diciembre y hasta el próximo 2 de enero, siempre que las condiciones climatológicas acompañen. No obstante, «si el acceso al continente resulta imposible, el equipo llegará a la isla de la Media Luna para realizar un segundo intento en navidades», indica Manuel Berrocoso, profesor de la Universidad de Cádiz y uno de los responsables de esta expedición.
El estudio se centrará en conocer los entresijos que guarda el volcán Decepción, situado en la isla del mismo nombre. Los científicos intentarán «desenmascarar cuál es la actividad que este volcán tiene por sí mismo y cuál se debe al movimiento de las placas tectónicas que confluyen en esta zona: Antártica, Atlántica, Pacífica, Scotia y Phoenix, las cuales originan una gran actividad geodinámica», señala Berrocoso.
En esta campaña, el buque oceanográfico «Hespérides» será sustituido por el «Las Palmas», ya que, actualmente, al primero se le está realizando una «necesaria puesta a punto».