Ocho países europeos, entre ellos España, están trabajando juntos en el proyecto «e-Ruption», con el fin de implementar una tecnología pionera que permitirá detectar los movimientos sísmicos volcánicos. Los representantes de esta iniciativa se han reunido durante tres días en El Teide (Tenerife) para exponer los últimos avances en la investigación.
María José Blanco, directora del Instituto Geofísico de Canarias, aseguró que «este nuevo proyecto está enfocado para ayudar a la población que vive en áreas cercanas a los volcanes» y recalcó que en esta ocasión «este estudio científico va a tener una aplicación inmediata sobre los ciudadanos».
El proyecto «e-Ruption» está integrado por España, Italia, Austria, Reino Unido, Portugal, Grecia, Francia e Irlanda y tiene como objetivo la implementación de un sistema coordinado entre todos los países que permita predecir los movimientos sísmicos volcánicos y el grado de gravedad de éstos, con el fin de tomar las precauciones debidas.
En este sentido, la directora del Instituto Geofísico canario insistió en que «es un proyecto muy importante para los ciudadanos» porque los datos que se recojan se trasladarán directamente a los servicios de protección civil, lo que permitirá que se puedan tomar medidas de seguridad ante una posible erupción volcánica.
Esta iniciativa, que comenzó hace un año y medio, cuenta con un presupuesto de 2,6 millones de euros y tiene previsto terminarse en 2005, toda vez que el sistema de recogida de datos que ahora se está realizando se haya mejorado y se creen los protocolos de actuación precisos para la gestión de los mismos.
Según afirmó María José Blanco, de momento no se han producido conclusiones del proyecto, entre otras razones, «porque los resultados óptimos derivarán de todo el proceso de investigación», y porque «está basado en una iniciativa completamente novedosa, lo que nos obliga a ir mejorando en cada conclusión que se obtiene».