¿Pueden evitar las familias el fracaso escolar? Aunque las variables académicas o personales de los estudiantes inciden de forma significativa en el nivel de rendimiento, las evaluaciones educativas nacionales e internacionales reflejan la importancia que el contexto familiar adquiere en los resultados de los alumnos. La motivación, el incremento de expectativas sobre los hijos y su propia formación son algunas de las pautas de actuación efectivas para lograr encaminar la trayectoria formativa hacia el éxito.
El fracaso o éxito escolar está condicionado por distintas variables asociadas a los tres elementos básicos que participan en la educación: determinantes académicos (profesores y centros), personales (alumnos) y familiares (padres). En el entorno escolar, las distintas administraciones educativas adoptan diferentes medidas para prevenir el fracaso, como los programas de diversificación curricular, de cualificación profesional inicial o la atención específica a alumnos con dificultades de aprendizaje, entre otros.
Es necesario que las familias intervengan también en el proceso formativo de sus hijos
Estas actuaciones pueden ayudar a disminuir algunos factores que inciden en el nivel de rendimiento de los estudiantes, pero para que sean realmente efectivas, es necesario que las familias intervengan también en el proceso formativo de sus hijos y se impliquen de forma directa en su educación. Esta intervención es importante para reforzar los determinantes personales ligados al éxito académico, como la motivación o las expectativas de futuro, y para paliar los efectos asociados al contexto familiar que pueden influir de forma negativa en el progreso escolar.
Factor socioeconómico y rendimiento
Tal como reflejan distintos informes educativos internacionales y
El estatus social, económico y cultural es uno de los factores claves que explican el rendimiento
Antonia Lozano, del Grupo de Investigación psicoeducativa y psicopedagógica de la Universidad de Almería, en su estudio sobre los factores que afectan al fracaso escolar en la Educación, matiza estas variables tras analizar cómo se interrelacionan con las asociadas al entorno académico y personal y concluye que más que una cuestión de nivel cultural o formativo, lo relevante es el clima familiar.
Lozano afirma que, en ocasiones, «un bajo nivel cultural puede compensarse con un mayor compromiso y apoyo familiar a la actividad académica de los hijos». La comunicación entre los miembros de la familia, el apoyo e interés por los estudios, los hábitos lectores o la participación en actividades culturales son algunas de las actuaciones que señala esta especialista para reprimir las consecuencias en el rendimiento de un nivel socioeconómico desfavorable en el alumno.
Qué pueden hacer las familias
Para superar las posibles desventajas del contexto familiar desfavorecido o para incrementar el rendimiento de los alumnos que, en un entorno familiar favorable, registran dificultades que les abocan al fracaso escolar, los especialistas del ámbito educativo apuntan distintas pautas de actuación por parte de los progenitores. Estas pueden ayudar a encaminar a sus hijos hacia el éxito académico: