El Ministerio de Educación incide en que la Formación Profesional (FP) es una alternativa de calidad y con alta tasa de empleabilidad para los estudiantes. Una de las iniciativas más atractivas para impulsar estos estudios entre los alumnos son los distintos proyectos de ciclos formativos bilingües que se imparten en la actualidad en varias comunidades autónomas. El objetivo es conseguir que los titulados completen su formación con el conocimiento de una segunda lengua que les permita ampliar sus perspectivas laborales y facilite su movilidad en el ámbito europeo.
Convergencia con Europa
En consonancia con el resto de los países europeos, España participa de la estrategia común, iniciada con el Proceso de Copenhague, para mejorar el rendimiento, la calidad y el atractivo de la Formación Profesional en Europa. Además de la revisión de los planes de estudio vigentes y la permanente creación de nuevos ciclos adaptados a los requerimientos de la sociedad actual, la necesidad de un mercado laboral integrado, caracterizado por la movilidad de los trabajadores, exige que los titulados en estas enseñanzas completen su formación con nuevas competencias, sobre todo, idiomáticas.
Varias comunidades han iniciado en los últimos años diferentes proyectos de enseñanza bilingüe
Por este motivo, varias comunidades han iniciado en los últimos años diferentes proyectos de enseñanza bilingüe en determinados ciclos formativos que se imparten en su ámbito de gestión. El bilingüismo en la Formación Profesional es una respuesta para facilitar el acceso del alumnado a un ámbito laboral más amplio y una mayor movilidad geográfica. Supone también un impulso para incrementar el acceso de estudiantes a estas enseñanzas en nuestro país y equipararles con el resto de Europa, donde estos estudios tienen igual o mayor demanda que el Bachillerato en el caso de grado medio, o la universidad en relación al grado superior.
Oferta bilingüe
Andalucía y Aragón fueron las pioneras en implantar ciclos profesionales bilingües en el curso 2006-2007. En la comunidad andaluza, el proyecto comenzó con diez centros y, en la actualidad, 45 centros de formación de todas las provincias imparten en total 24 ciclos formativos de diferentes familias profesionales, en especial de Hostelería y Turismo, Comercio y Marketing e Informática. Los idiomas preferentes de los programas son el inglés y, en menor medida, el francés.
El objetivo común es facilitar el acceso a estas enseñanzas al mayor número posible de estudiantes
En Aragón, la oferta bilingüe se extiende a siete centros donde se pueden cursar dos ciclos formativos con la lengua inglesa como segundo idioma vehicular. Otras autonomías como Murcia, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cantabria o Canarias se han sumado a esta iniciativa en el curso actual o el anterior y la mayoría de ellas tienen previsto ampliar el alcance de estos programas en los próximos años. El objetivo común es facilitar el acceso a estas enseñanzas al mayor número posible de estudiantes.
Metodología y funcionamiento
Los programas de bilingüismo se aplican tanto a ciclos formativos de grado medio, como a los de grado superior. Al igual que los desarrollados en otras etapas educativas, proponen que las lenguas extranjeras sean el idioma vehicular de determinadas áreas de conocimiento no lingüísticas, es decir, se aplica el modelo de aprendizaje integrado de contenidos y lenguas extranjeras (AICLE). Se busca integrar el segundo idioma en varios de los módulos que componen la totalidad del ciclo formativo. De este modo, los alumnos aprenden a desenvolverse en otra lengua en ámbitos reales, a los cuales se enfrentarán más tarde como profesionales.
Los módulos impartidos en otro idioma siguen el mismo proyecto curricular del centro
Los módulos elegidos para impartirse en otro idioma siguen el mismo proyecto curricular del centro y mantienen la distribución horaria determinada en cada caso. Aunque en ocasiones, debido a la dificultad inicial que puede suponer para los alumnos adaptarse al aprendizaje en otra lengua, en algunas comunidades se incrementa la carga lectiva del módulo de forma sustancial. Estas adaptaciones dependen del nivel inicial de conocimiento del idioma extranjero de los estudiantes. La denominación «bilingüe» se otorga en general cuando la carga horaria de los módulos que se imparten en la segunda lengua ocupa entre el 30% y el 50% de las horas totales del ciclo.
Ventajas para el alumno
El estudiante que opta por cursar las enseñanzas de Formación Profesional en la modalidad bilingüe, frente a la tradicional, suma a su formación elementos adicionales que no obtendría por otras vías. El valor añadido de la FP respecto a otros niveles educativos es la formación práctica adecuada al desempeño cualificado de las distintas profesiones y, para llevar a cabo con eficiencia muchas de estas actividades laborales, es fundamental el conocimiento de idiomas.
La formación bilingüe queda reflejada en el certificado final de estudios del alumno
Tal como estipula la normativa de las comunidades donde están implantados estos programas, la formación bilingüe queda reflejada en el certificado final de estudios del alumno. Esta certificación supone un plus en el currículum de cualquier aspirante a encontrar un empleo relacionado con algunos ciclos formativos específicos, como Comercio Internacional, Gestión del Transporte, Secretariado, Agencias de Viajes, Guía y Asistencia Turística o Restauración. Pero también para otras actividades laborales se obtiene beneficio si el profesional es capaz de dominar otra lengua y, sobre todo, si está capacitado para entender el lenguaje técnico referente a ese ámbito.
El conocimiento previo de idiomas facilita también la participación de los alumnos de FP en los distintos programas de movilidad europea vigentes en la actualidad. Erasmus, Leonardo o Eurobecas son algunos de los programas comunitarios a los que se pueden adherir estos estudiantes para realizar estancias formativas y prácticas en otros países de Europa. Participar en ellos con la suficiente competencia idiomática adquirida con anterioridad supone una ventaja competitiva para aprovechar con mejores resultados las enseñanzas que se reciban en otra lengua.