Despacito y con buena letra. Ése es el camino que hay que seguir si se quiere conseguir el principal propósito de la escritura: comunicar un mensaje. Desde los primeros trazos hasta lograr una escritura fluida y personalizada, los niños deben recorrer un largo camino en el que es fundamental el apoyo y la atención de padres y docentes.
Imagen: CONSUMER EROSKI
Ni pluma ni tintero, ni lápiz ni bolígrafo. El teclado de un ordenador ha pasado a ser hoy en día el principal instrumento de escritura usado en todo el mundo, para sustituir el tradicional arte de la caligrafía por la mecanografía. Sin embargo, la enseñanza de la escritura manual es aún fundamental para un correcto desarrollo educativo de los niños.
El aprendizaje de esta habilidad se desarrolla a medida que avanza en su escolarización y atraviesa tres etapas o fases diferenciadas: una preparatoria, que se desarrolla en los dos primeros años de Educación Infantil y en la que se prepara al niño para adquirir el control grafomotor necesario para la posterior escritura; una fase caligráfica, donde la enseñanza se centra en la escritura en sí, en el aprendizaje de los distintos grafismos de las letras y su secuenciación; y una última etapa de perfeccionamiento, cuando el niño consolida el aprendizaje adquirido con anterioridad y logra personalizarlo y dotarlo de su propio estilo.
Para que un texto escrito cumpla su principal función comunicadora debe ser legible
El progreso de cada niño en las dos primeras etapas depende en general del grado de madurez que haya adquirido, es decir, debe tener un adecuado nivel intelectual, haber desarrollado de forma satisfactoria el lenguaje y haber obtenido la habilidad psicomotriz apropiada. Pero no basta con «aprender a escribir». Para que un texto escrito cumpla su principal función comunicadora debe ser legible no solo por quien lo escribe, sino también por los demás. Conseguir este objetivo es cuestión de práctica.
Recursos para practicar
Fichas, fichas y más fichas. El principal método utilizado en la escuela para la enseñanza de la escritura se basa en la práctica a través de fichas y cuadernos diseñados de modo exclusivo para este fin. Forman parte del material escolar de los niños y, por tanto, deben permanecer en las aulas. Pero los padres en casa también pueden ayudar a sus hijos para que adquieran un correcto desarrollo de la escritura. Para ello, pueden utilizar los distintos recursos que hoy en día, gracias a Internet, están disponibles con un clic de ratón. EROSKI CONSUMER ha seleccionado algunos de los más interesantes:
Etapa preparatoria:
Etapa caligráfica:
Menudos Peques: la sección de caligrafía de esta web incluye una colección de 66 fichas didácticas para imprimir. Los números, frases cortas, trabalenguas y versos son algunas de las propuestas de estos materiales.
Taller de caligrafía: un completo cuaderno de 45 páginas para alumnos del primer ciclo de Primaria. Trabaja con tres tipos de pautas (Montessori, simple y cuadrícula) ejercicios de caligrafía con pictogramas.
Antes de empezar
Antes de empezar a utilizar los recursos mencionados, los padres deben tener en cuenta una serie de pautas que son imprescindibles para un correcto aprendizaje:
Enseñarle a sujetar bien el lápiz: el primer paso para que la escritura sea legible pasa por sujetar de forma correcta el lápiz, entre el dedo índice y pulgar y apoyado en el dedo corazón. El niño debe usar un lápiz adecuado a su edad, más grueso para los más pequeños y más fino para los mayores.
Sentarse de forma adecuada: la posición que adquiere el niño al escribir es determinante para conseguir una buena letra. Por eso, debe sentarse en una silla con respaldo donde pueda apoyar la espalda, situarse frente a la mesa con los brazos en ella y colocar el cuaderno o papel delante de la mano con la que escribe, levemente girado a la izquierda si es diestro, o a la derecha si es zurdo.
No atosigar: se debe dedicar a la actividad el tiempo justo. Los niños ya han practicado en clase y, por tanto, no se les puede atosigar con la misma tarea de forma continua en casa. Una buena manera de empezar es escribir una letra, una palabra o una frase al día, en función del nivel escolar del alumno.
El proceso de aprendizaje de la escritura se desarrolla en el aula escolar. Sin embargo, desde casa, los padres pueden colaborar y ayudar a que se adquiera de forma efectiva:
Práctica: practicar es la mejor manera de adquirir una buena caligrafía. En casa se puede aprovechar cualquier ocasión para que el niño escriba sin que lo considere una tarea escolar. Se le puede pedir que anote la lista de la compra, que escriba él mismo las invitaciones de cumpleaños o pequeñas notas a sus padres o hermanos cuando tenga algo importante que comunicarles.
Ser un ejemplo: los niños deben saber apreciar la importancia que la escritura tiene en la comunicación, por eso los padres deben utilizarla con frecuencia y mostrarle como ejemplo de una correcta caligrafía.