Los alumnos de primero y segundo de Bachillerato presentan un desequilibrio en la formación en competencias profesionales. Según un estudio, «suspenden» en idiomas, expresión oral y escrita, liderazgo, creatividad e iniciativa, que son las competencias que tienen menos desarrolladas. Por el contrario, obtienen un «notable» en la calidad de la formación, informática, relaciones interpersonales y capacidad de análisis.
Para la realización de este trabajo, impulsado por Telefónica, Universia y Accenture, fueron consultados profesores de Bachillerato, docentes universitarios, alumnos de esta etapa escolar y padres de los estudiantes. Los cuatro colectivos sondeados difieren al valorar la formación que reciben los jóvenes durante los dos años finales de la Educación Secundaria.
Los estudiantes y los docentes de Bachillerato son los más satisfechos con la formación recibida y transmitida (55% y 65% respectivamente). Los profesores universitarios y los padres, en cambio, son más críticos: el 78% de los primeros cree que no se alcanzan los objetivos y sólo el 42% de los segundos se muestra «bastante o muy satisfecho».
En lo que sí coinciden tanto unos como otros es en destacar la importancia que tiene la formación en competencias profesionales para desempeñar mejor un futuro trabajo.