Un equipo de investigadores del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), asegura que el 80% de la energía del Universo es oscura, con lo que se abren nuevos caminos para la física cuántica. Pablo Fosalba, Enrique Gaztañaga y Francisco Castander han llevado a cabo su trabajo analizando los nuevos mapas de temperatura conseguidos por el satélite Wilkinson, de la Agencia Espacial estadounidense (NASA), que muestran la radiación residual de la formación de los primeros átomos del Universo.
Estos astrofísicos también han estudiado los datos del SDSS (Sloan Digital Sky Survey), organismo de investigación internacional liderado por Estados Unidos, que ha llevado a cabo un nuevo mapa de la distribución de las galaxias. Con estos datos, los científicos españoles han podido analizar las variaciones en la temperatura de esta radiación cósmica en el momento de atravesar el campo gravitacional que delimita las galaxias.
Según ellos, estas alteraciones de temperatura son de sólo una fracción de millonésima de grado centígrado. De acuerdo con el modelo cosmológico estándar, el Universo se inició con el Big Bang: la gran explosión de una bola caliente, muy densa, que contenía toda la materia y energía presente en el cosmos.
El resultado de esta explosión fue la expansión del Universo, a un ritmo que depende de su contenido energético. Inicialmente se pensó que la materia oscura fría, que no interacciona más que gravitacionalmente con el resto de la materia, era la que dominaba el contenido energético del Universo. Sin embargo, en los últimos años las explosiones supernovas de estrellas tipo «Ia» y el tamaño de las fluctuaciones de temperatura medidas por el satélite Wilkinson, apuntan a que el Universo es plano y que se encuentra en expansión acelerada. Según los astrónomos, esto significaría que hay una nueva fuente de energía cósmica, conocida como «energía oscura», cuya densidad no cambia con la expansión del Universo, tal y como ocurriría si el vacío tuviera energía.
Este hallazgo español ha sido corroborado por investigadores del SDSS, coordinados por el profesor Scranton, que también descartan que los resultados puedan ser debidos a posibles efectos sistemáticos. En este sentido, hay que señalar que el hecho de que el mismo resultado se haya obtenido por varios equipos de científicos, utilizando datos independientes, por su situación en el cielo o por su profundidad, confirma que el Universo se expande de forma acelerada y que, muy posiblemente, esté dominado por algún nuevo tipo de «energía oscura».