Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest (EE.UU.) han descubierto que la eliminación de una hormona del crecimiento en los primeros años de la edad adulta puede prevenir la aparición del cáncer. Los científicos han señalado también que el peligro de la enfermedad puede reducirse mediante la supresión de otros compuestos vinculados al crecimiento.
Según ha sugerido William Sonntag, director del equipo científico, la reducción de la hormona, similar a la insulina y conocida como IGF-1, podría aplicarse de manera preventiva en individuos que afronta un gran riesgo de sufrir la enfermedad. Este científico ha señalado que los altos niveles de IGF-1 en mujeres pre menopáusicas son un alto factor de riesgo en cáncer de mama, así como en otros tipos de la enfermedad.
En la investigación realizada con ratas se determinó que la reducción de IGF-1 disminuyó el riesgo de cáncer en aproximadamente 45% y las muertes causadas por la enfermedad entre un 12 y un 15%. Sonntag ha explicado que IGF-1 aumenta el crecimiento celular e impide la muerte de las células y que en la sangre puede actuar como propulsor de tumores en las primeras etapas del desarrollo del cáncer.
Además, según Sonntag, la supresión de la actividad de IGF-1 en ratas inhibe la proliferación de numerosos tipos de células y cánceres y los niveles de IGF-1 en la sangre pueden reducirse mediante dietas bajas en calorías, las cuales podrían ser un mecanismo en la relación dieta-cáncer.