¡Yo ya soy muy mayor para aprender nada nuevo! Ésta es una de las frases más recurrentes entre los adultos a la hora de enfrentarse a nuevos aprendizajes, sin embargo, la creciente relevancia que está adquiriendo el uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) en la vida diaria ha motivado que este sector de la población manifieste un especial interés por aprender a manejarse con herramientas hasta ahora desconocidas para ellos.
Javier Goñi Aznárez, informático y a la vez con una amplia experiencia como docente de adultos en esta materia, nos acerca en esta entrevista al recorrido que deben seguir los “no tan jóvenes” para aprender a utilizar y sacar partido de todas las funcionalidades y ventajas que les pueden aportar las nuevas tecnologías.
Cada alumno es individual y tiene sus propias expectativas, pero en la mayoría de los casos la motivación viene dada por la necesidad y el interés por adaptarse a las nuevas tecnologías, ya que éstas no existían en su juventud. Lo cierto es que no quieren quedarse atrás tecnológicamente respecto a otros sectores de la población más jóvenes.
Entre las herramientas en las que antes desean iniciarse destacan Internet y el correo electrónico
Para los alumnos adultos lo principal y lo que más despierta su atención es la posibilidad que les brinda la tecnología para comunicarse con otras personas y otros mundos, les interesa la funcionalidad inmediata de sus aprendizajes; por eso, entre las herramientas en las que antes desean iniciarse en su aprendizaje destacan, por una parte, Internet y el correo electrónico y, por otra, aquellas que les permiten “chatear” y mantener un contacto en línea con amistades y familia.
Lo son. Al igual que en otras áreas de enseñanza, como por ejemplo los idiomas, la predisposición y la capacidad de aprendizaje son siempre mayores en un niño que en un adulto, hay que tener en cuenta también, en el caso de las tecnologías, que la tendencia de un niño a manejar aparatos que tienen botones es innata.
Debemos intentar que en pequeñas dosis el adulto aprenda, no se frustre y se alimente de sus pequeños éxitos
El mundo de la informática es gigantesco y el aprendizaje es un proceso continuo; por eso, una de las principales premisas que hay que tener en cuenta a la hora de introducir a un adulto en este ámbito es que no se le puede aturdir intentando transmitirle todos los conocimientos y posibilidades de la informática en 20 días. Para que aprovechen al máximo las enseñanzas y asimilen correctamente los contenidos, los objetivos deben ser pequeños; debemos intentar que en pequeñas dosis el adulto aprenda, no se frustre y se alimente de sus pequeños éxitos.
Para un alumno en edad adulta una de las mayores dificultades reside en la falta de capacidad en algunos casos para trasladar conceptos del mundo real al mundo informático. Aunque sean los mismos conceptos a veces les cuesta asimilarlo; por ejemplo, pensemos en el correo postal y el correo electrónico, en ambos casos hace falta saber a quién quiero escribir la carta, qué voy a decir y, por supuesto, escribir el remitente, pero cuando un adulto se traslada a un programa de correo electrónico ya no le resulta tan fácil distinguir tan fácil quién es el remitente y el destinatario.
Uno de los mejores recursos que se puede utilizar en el aula es la enseñanza por medio de parábolas. Para facilitar el aprendizaje del alumno intento buscar algo en común entre lo que el alumno hace en su casa y en la calle y cómo traducirlo a Windows u otro sistema operativo, y realmente funciona.
Es importante que el alumno sea consciente de que le ha perdido el miedo y el respeto a la informática
El nivel de usuario se alcanza más con la práctica diaria de lo aprendido que con el aprendizaje en sí. Por eso, lo principal que intento que un alumno adulto haya conseguido al finalizar un curso es que haya adquirido la confianza suficiente en que ha aprendido y que puede continuar aprendiendo en su casa; asimismo, es igualmente importante que sea consciente de que le ha perdido el miedo y el respeto a la informática, una materia que antes de realizar el curso se le presentaba como inalcanzable.
Cualquier adulto que tenga algo de interés y curiosidad por las nuevas tecnologías es un buen candidato para acceder a estos cursos. Esto les permitirá conocer que el tiempo de ocio del que dispone en muchos casos tiene una alternativa a la televisión, que es Internet. Personas mayores que tienen mucho tiempo y que lo pierden viendo la televisión no saben que la juventud administra ese ocio navegando por Internet o viendo la televisión que quieren por Internet.
La gran diferencia, fundamental tanto a la hora de enseñar como de aprender, es que en los distintos programas de ofimática, ya sean procesadores de texto, hojas de cálculo o bases de datos, normalmente se sabe dónde empiezan y dónde acaban los contenidos, sin embargo, Internet es como salir a la calle, las posibilidades y los caminos disponibles son innumerables.