Más de 580 centros educativos de Infantil y Primaria de doce comunidades autónomas toman parte en el programa formativo “El CSIC en la escuela”. El objetivo de esta iniciativa es despertar el interés de los estudiantes por la ciencia y fomentar su conocimiento desde los primeros años de escolarización. De esta forma, se pretende facilitarles la comprensión y el entendimiento de las disciplinas científicas en las siguientes etapas educativas.
¿Cuál es la razón por la que unos cuerpos flotan y otros se hunden? ¿Por qué algunos objetos quedan sumergidos sin moverse? La respuesta a estas cuestiones se encuentra en el Principio de flotación de Arquímedes, que afirma que «todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso de fluido desalojado». ¿Es posible hacer que un niño de cuatro años entienda esto? Aunque pueda parecer lo contrario, la respuesta es afirmativa. Tan sólo es necesario presentarle el problema de una forma atractiva y adecuada a su edad.
Ésta es la idea que mueve al programa «El CSIC en la escuela». La iniciativa comenzó en el año 2000 en la Comunidad de Madrid y, hoy en día, se extiende a doce comunidades autónomas. En total, se aplica en más de 580 centros de Educación Infantil y Primaria. El programa está desarrollado por el área de Cultura Científica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y se inspira en «la Main a la Pâte», un proyecto similar iniciado en Francia en 1996 de la mano de Georges Charpak, Premio Nobel de Física, cuyo propósito era mejorar la calidad de la enseñanza en las primeras etapas educativas mediante el trabajo conjunto de investigadores y maestros.
Se persigue la formación científica del profesorado y la aplicación práctica de los métodos
Surge así un programa que aúna distintos proyectos. Por un lado, la formación científica del profesorado por parte de profesionales del CSIC. Por otro, la aplicación práctica de los métodos didácticos, que ofrece a los maestros la oportunidad de comprobar su eficacia.
Se pone en contacto a científicos y maestros, que consiguen dar con las mejores fórmulas didácticas para integrar la enseñanza de la ciencia en las aulas de una forma práctica y entretenida. Mejoran la comprensión de los alumnos en materias y conceptos que, de otro modo, les resultarían aburridos o complicados. El resultado: materiales y métodos de enseñanza disponibles para toda la comunidad docente en la red del programa.
La ciencia se enseña a los más pequeños a partir de la observación de fenómenos cotidianos y sencillos, experimentos que se les muestran a modo de juegos. Estas experiencias se recogen en la web del programa para que cualquier docente puede aplicarlas en el aula. Más de 30.000 maestros españoles y de otros paises hispanohablantes visitan cada mes estas páginas.
Ciencia en el Aula
El programa está diseñado para facilitar el intercambio de experiencias educativas entre profesores
Dentro del programa, cobra especial relevancia el espacio virtual denominado Ciencia en el Aula. Está diseñado para facilitar el intercambio de experiencias educativas entre profesores.
Disciplinas tan diferentes como la botánica, la física o las matemáticas se introducen en la enseñanza de los más pequeños, gracias a los numerosos recursos didácticos que aporta este espacio. Entre ellos, destacan experiencias como «Jugando con el agua» o «Construyendo un barco», que explican el Principio de flotación de los objetos; «Jugamos con imanes», que anima a experimentar las fuerzas magnéticas; o un «Taller de ciencias», pensado para introducir a los pequeños en la teoría molecular.
Cada una de estas propuestas incluye, además de la explicación del desarrollo de los proyectos en el aula, una sección específica dedicada a la formación de profesores.
Acústica, electromagnetismo, óptica o cristalografía son algunas de las 18 salas que forman parte del Museo Virtual de la Ciencia, un proyecto que se integra en “El CSIC en la escuela”. Niños y profesores pueden encontrar en él una respuesta sencilla a muchas de las cuestiones o fenómenos científicos que nos rodean y forman parte de la vida diaria. El museo recoge también distintas colecciones de aparatos científicos e información sobre la formación del profesorado, con salas de actualización de conocimientos.