La Consejería de Educación de Murcia prepara un nuevo reglamento en el que se endurecerán las normas de disciplina de los alumnos y se añadirán obligaciones para los estudiantes. Las sanciones no variarán con respecto al anterior reglamento, pero al aumentar los deberes y las faltas de los alumnos, aumentarán también las posibilidades de que sean castigados.
Entre los nuevos castigos, uno curioso y recuperado de años atrás: la suspensión del recreo. Por otro lado, entre los nuevos deberes del estudiante se establece la obligación de «ejercitar la fuerza de voluntad y la capacidad de esfuerzo para asimilar los contenidos de las asignaturas». Los alumnos deberán «reconocer y aceptar el principio de autoridad legítimo e inherente al docente», y serán castigados por conductas que antes no estaban tipificadas.
Las amenazas o coacciones a cualquier miembro de la comunidad o las vejaciones o humillaciones se considerarán desde el momento que entre en vigor el nuevo reglamento faltas graves contra la convivencia. Estas actitudes, que pueden ser sancionadas con la expulsión temporal o el cambio de centro, no estaban especificadas en el anterior reglamento, de 1995. La «indisciplina, incorrección o desconsideración» hacia el profesor también pueden ser motivo de sanción.