Una misión científica de la Agencia Espacial estadounidense (NASA) fotografió anteanoche desde el altiplano andino de Bolivia el planeta Marte. La madrugada de ayer, el Planeta Rojo se situó en la distancia más cercana a la Tierra en los últimos 58.000 años; a unos 55,7 millones de kilómetros y no volverá a hacerlo hasta dentro 284 años.
La expedición, encabezada por el astrónomo Dick Winter, instaló su base de operaciones en la localidad de Huatajata, a orillas del lago Titicaca, cuyas aguas son compartidas por Perú y Bolivia, y que se encuentra a 3.810 metros sobre el nivel del mar.
Winter, que representa también a la institución «Star Garden Foundation», afirmó que desde ese lugar tomaron imágenes en vídeo y fotografías inéditas del planeta Marte.
El jefe del grupo señaló que escogieron el lago Titicaca porque ofrece una visión del espacio «clara y a la vez oscura», que permite captar con mayor nitidez la magnitud del fenómeno.
Significado profundo
Las labores de la misión, formada por 28 expertos que manejan cerca de veinte telescopios con la más avanzada tecnología en materia astronómica, se remontan a junio pasado, cuando comenzaron a captar la aproximación del cuarto planeta del sistema solar.
Este fenómeno tiene además un significado profundo para la historia de la Humanidad, ya que el anterior gran acercamiento de Marte se registró cuando apareció en África el primer hombre del que descienden los seres humanos modernos, según una investigación genética realizada el año pasado con la colaboración de la revista «National Geographic».
Entonces, la Tierra estaba sufriendo su última Edad Glacial, que limitó la capacidad de aquellos primeros humanos para alimentarse o tener acceso a recursos naturales, y que les empujó fuera del continente africano, en un viaje que les llevó 10.000, a lugares tan remotos como La India, China o Australia.
Los humanos alcanzaron Europa hace 35.000 años y, posiblemente, América del Norte hace 13.000 años, el último punto del globo sin colonizar por la nueva especie, 45.000 años después de que Marte surgiese con un brillo singular en el firmamento.