La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recomienda a los gobiernos elevar el nivel de cualificación y especialización de los profesores y directores de los centros escolares mediante el diseño de una carrera atractiva para los estudiantes y graduados con talento. Esta es la principal conclusión del informe «Preparación de maestros y líderes escolares para el siglo XXI», realizado por el subdirector del departamento de Educación de la OCDE, Andreas Schleicher, que destaca que muchos países se enfrentan a la escasez de profesores cualificados en temas clave.
En concreto, este trabajo indica que uno de cada cinco directores de escuelas alerta de la falta de docentes especializados en Matemáticas o Ciencias. En Turquía, por ejemplo, ocho de cada 10 centros escolares presentan escasez de personal cualificado en determinadas áreas de conocimiento y más de un tercio en Luxemburgo, Alemania, Shanghai, China y los Países Bajos. La mejora de las capacidades de los profesores a lo largo de su carrera, a través de la formación continua, es la clave, dice el informe, ya que, de esta forma, puedan afrontar los retos de unas aulas cada vez más diversas, así como para desarrollar métodos personalizados de enseñanza.
Este trabajo insiste en la necesidad de dotar de mayor autonomía a los centros escolares y destaca la figura del director en la toma de decisiones a la hora de adaptar los programas al alumnado, promover el trabajo en equipo entre los docentes, supervisar su trabajo y evaluar su desarrollo profesional, sino también de ser capaces de influir en la contratación de candidatos en función de las necesidades de la escuela. El estudio subraya que las demandas de la sociedad hacia los maestros son altas, pues tienen que ser «expertos» en el uso de diferentes métodos de enseñanza o contar con un amplio repertorio de estrategias para optimizar el aprendizaje de los estudiantes. También deben conocer información personal del alumno en relación a sus motivaciones individuales y su vida fuera del aula, trabajar en grupo con el resto del claustro y adquirir habilidades en el uso de la tecnología como una herramienta eficaz de enseñanza.
El informe compara las diferentes maneras en que los países abordan este reto y, en concreto, pone el ejemplo de Finlandia en cuanto a la formación de los futuros profesores, pues ha elevado su estatus al nivel más alto respecto al resto de profesiones. La investigación como requisito para la obtención del título, tanto para maestros como profesores de Secundaria, un buen entrenamiento en el diagnóstico de estudiantes con dificultades de aprendizaje y en la adaptación de la instrucción a las necesidades de los alumnos con distintas capacidades son algunas de las características de la preparación de los futuros docentes finlandeses. Además, la formación en escuelas asociadas a la universidad donde se desarrollan prácticas docentes innovadoras es otro de los puntos clave en la formación del profesorado. Allí, maestros y estudiantes participan en grupos de resolución de problemas, a través de la planificación, acción, reflexión y evaluación de los mismos. El sistema está en constante revisión, tanto a nivel de aula, como de escuela, municipio y país.