El fenómeno de la emigración ha disparado el número de alumnos procedentes de familias inmigrantes en las escuelas españolas. En la última década, estos estudiantes se han multiplicado por diez. En la actualidad son más de 600.000, según estimaciones que pueden aumentar.
En cifras absolutas, la Comunidad de Madrid y Cataluña encabezan la lista de población escolar inmigrante, ya que ambas rondan los 115.000. Sin embargo, es Baleares la región con mayor porcentaje de estudiantes extranjeros, un 13,6%.
La red pública acoge un mayor número de inmigrantes, pero la concertada está incrementando progresivamente sus cifras, sobre todo desde la implantación de la gratuidad en Infantil. Hay muchos centros concertados en los que más de la mitad y hasta el 80% de sus alumnos son inmigrantes.
Reto para las escuelas
El incremento de este alumnado supone un auténtico desafío para la escuela. El reto es conseguir una atención adecuada para lograr la integración de unos estudiantes que forman parte de nuestra sociedad y que en el futuro tendrán un papel fundamental. «Lo primero que debemos hacer con estos alumnos y sus familias es mentalizarles de que tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones que los españoles», señala Carmen Gutiérrez, directora del colegio público «Profesor Tierno Galván» de Alcobendas (Madrid).
El desnivel académico es uno de los problemas de más difícil solución. En ocasiones, acceden al sistema educativo chicos de 10 ó 12 años con un nivel de Educación Infantil, porque nunca han ido al colegio, y no pueden incorporarse al curso que por su edad les correspondería. Para lograr la nivelación, se crean grupos de educación compensatoria y se refuerza el estudio de lengua y matemáticas. Pero no todos los centros cuentan con los suficientes recursos para desarrollar la complicada tarea de la integración de los extranjeros en los colegios.
También se han creado Aulas de Enlace, cuya misión es paliar los desequilibrios lingüísticos, académicos y culturales que acompañan a los pequeños inmigrantes al llegar a España. Según el déficit que presentan, permanecen en estas aulas entre tres y nueve meses antes de incorporarse al colegio que les corresponde.
Los alumnos con mayores deficiencias proceden de los países iberoamericanos, salvo Argentina. Por el contrario, los que acceden a la escuela con una mayor preparación y se adaptan con gran rapidez son los niños de los países del Este de Europa y los chinos.