La tasa de abandono escolar prematuro en España cae casi dos puntos y se sitúa en un 26,5%, aunque está lejos aún del objetivo del 15% marcado por España de cara a 2020, una meta menos ambiciosa que el 10% señalado por la Unión Europea (UE), según cifras recopiladas por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat, como parte de la encuesta de población activa.
Se refiere en este caso al porcentaje de personas de 18 a 24 años de edad con cualificaciones de nivel de primer ciclo de enseñanza secundaria como máximo y que no se encuentran ya en el sistema de educación o formación. La media europea se sitúa en el 13,5%, seis décimas por debajo con respecto a 2010. Mientras, la tasa de éxito académico en la educación superior entre las personas de 30 a 34 años de edad en España se mantiene en el 40,6%, por encima de la media europea, que alcanza el 34,6%, casi un punto por encima del año anterior. El objetivo de Europa de cara a 2020 está situado en el 44%.
La Comisión Europea (CE) ha anunciado que «se reduce el abandono escolar prematuro y que aumenta el número de graduados en Europa», aunque advierte a los Estados miembros de que «aún son precisos más esfuerzos» si pretenden alcanzar los objetivos de Europa 2020 en materia educativa. De estas cifras presentadas por la CE se desprende que «subsisten grandes disparidades y queda mucho para afirmar que la UE cumplirá sus objetivos de 2020″. La comisaria europea de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud, Androulla Vassiliou, ha afirmado que los Estados miembros han de concentrarse en las reformas e incrementar sus esfuerzos para llevar a cabo estrategias globales contra el abandono escolar prematuro».
Vassiliou ha instado a los Estados miembros a «impulsar el acceso a la educación superior, sin dejar de aumentar la calidad del mismo». «Dotar a los jóvenes con las competencias y cualificaciones adecuadas ayudará a Europa a luchar contra el desempleo juvenil, a superar la crisis y a sacar el máximo partido de las oportunidades creadas por la economía del conocimiento», ha apostillado.
Ha alertado de que «sin la financiación adecuada, Europa no ganará la batalla global del crecimiento, el empleo y la competitividad». Aunque las cifras más recientes ponen de relieve que se avanza hacia la consecución de estos objetivos, la CE se muestra «preocupada» porque ello «no es el resultado de reformas cuyo impacto se sentirá a largo plazo, sino más bien un subproducto del alto desempleo juvenil, que se traduce en que más jóvenes permanecen durante más tiempo en los sistemas de educación y formación».