«En los últimos 430.000 años, el porcentaje de tiempo en el que el clima ha sido tan cálido como en la actualidad es muy pequeño, entre el 5% y el 10%, y antes parece que nunca lo ha sido tanto». Esta es una de las primeras conclusiones del estudio de un testigo de hielo de 740.000 años recuperado por los científicos del Proyecto Europeo de Extracción de Muestras de Hielo en la Antártica (EPICA), que revela que, entre la muerte del hombre de Atapuerca hasta la actualidad, la Tierra ha sufrido ocho glaciaciones.
Un testigo de hielo es un cilindro de diez centímetros de diámetro que se extrae del subsuelo en fragmentos de unos tres metros de largo. Estas muestras sirven para saber cómo era el clima en la época en la que el hielo se formó, dado que en él quedan atrapados gases y partículas. El testigo recuperado por los investigadores europeos se remonta a hace 740.000 años, cuando hasta ahora el más antiguo databa de hace 430.000 años, y la perforación, que ha llegado ya a los 3.000 metros de profundidad, sigue.
Los análisis preliminares de este archivo climático, cuyo inicio data de la época en la que vivió el «Homo antecessor» de Atapuerca, se publican hoy en la revista «Nature» y James White, geólogo de la Universidad de Colorado (EE.UU.), los comenta en «Science», donde explica que este testigo permitirá saber cómo evolucionó el clima durante milenios, mucho antes de que el hombre empezara a lanzar a la atmósfera gases de efecto invernadero. «Todo lo que sucede en la Tierra y cambia la atmósfera, se registra en el hielo y queda ahí», afirma este experto.
Nueva edad de hielo
Las muestras de hielo informan a los científicos de las concentraciones en la atmósfera de gases de efecto invernadero, polvo y cenizas volcánicas, así como acerca de las temperaturas y precipitaciones. Así, saben que, en los últimos 800.000 años, los periodos cálidos -entre glaciaciones- han sido mucho más cortos que las edades de hielo. «Han durado una media de 6.000 años, con la excepción del actual -que comenzó hace 12.000 años- y de uno que alcanzó los 28.000 años hace más de 450.000», explica White.
El testigo extraído en la perforación hecha por científicos de diez países europeos -Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Italia, Holanda, Noruega, Reino Unido, Suecia y Suiza- puede ayudar a determinar cuáles son los primeros signos de una glaciación y predecir la futura evolución del clima. De momento, según los investigadores, sin influencia humana, la próxima edad de hielo no llegaría antes de 15.000 años.
Los científicos procedentes de los diez países europeos del proyecto EPICA han realizado, en los últimos años, dos perforaciones profundas en la Antártida para investigar las relaciones existentes entre la química atmosférica y los cambios climáticos ocurridos en los últimos 740.000 años.